Telefónica S.A. (BME:TEF) (NYSE:TEF) se enfrenta a un deterioro en la percepción del mercado tras presentar su nuevo plan estratégico y anunciar un recorte del dividendo a 0,15 euros por acción, la mitad de la remuneración previa. La banca de inversión ha reaccionado con rebajas significativas en sus precios objetivo y un mensaje de fondo: el ajuste mejora el perfil financiero, pero no aporta, por ahora, catalizadores claros de crecimiento ni de revalorización sostenida para la acción.
Lo que sucedió
Según informó Finanzas.com, la reacción más severa ha llegado desde Barclays y UBS, dos referencias para los inversores institucionales. Ambas casas han revisado en detalle el plan estratégico comunicado por Telefónica después de unos diez meses de trabajo bajo la presidencia de Marc Murtra y coinciden en que, pese al esfuerzo de redefinir la hoja de ruta y la política de dividendo, la compañía no ofrece todavía un perfil claramente diferenciado frente a otras operadoras europeas.
Según Barclays, el nuevo plan implica, en la práctica, un ajuste a la baja de las expectativas financieras. La firma subraya que Telefónica reduce la remuneración al accionista y rebaja el objetivo de generación de flujo de caja libre sin acompañarlo de un conjunto sólido de nuevas palancas de crecimiento. Con este marco, el banco recorta su precio objetivo un 18 %, hasta 4 euros por acción, al interpretar que los cambios tienen un carácter defensivo más que expansivo desde el punto de vista bursátil.
Barclays considera, no obstante, que el recorte del dividendo tiene sentido financiero y lo califica como “necesario y sensato”, al atacar uno de los principales puntos débiles de la tesis de inversión: el elevado apalancamiento. El ajuste viene ligado a una revisión del flujo de caja libre estimado para 2025, que pasaría de 2.800 a 1.900 de millones de euros, y a una previsión de 2.900 de millones de euros en 2026, un 19 % por debajo de sus hipótesis anteriores, reforzando la idea de un giro prudente más que de un cambio de ciclo.
UBS, por su parte, ha reducido su valoración desde 4,8 hasta 3,9 euros por acción y destaca que el plan deja “más dudas que certezas”. La entidad calcula una ratio de endeudamiento de 2,9 veces EBITDA ajustado, que podría alcanzar 4,4 veces según el criterio de cálculo, y ve poco ambicioso el objetivo de rebajar el apalancamiento a 2,5 veces en 2028, algo que, según sus números, se conseguiría básicamente vía dividendo más bajo. Además, pone el foco en las presiones estructurales sobre márgenes, el impacto de la inflación en costes y la fuerte competencia en España y Alemania, a pesar de que Telefónica cotiza a múltiplos contenidos y con una rentabilidad por dividendo cercana al 4 %.
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Por qué es importante
El posicionamiento de la banca de inversión se apoya en unas cuentas que combinan cierta solidez operativa con debilidad en el resultado final. Hasta septiembre, Telefónica obtuvo 828 millones de euros de beneficio neto de operaciones continuadas, un 45,9 % menos que un año antes y por debajo de los 1.040 millones de euros previstos por el consenso. En el tercer trimestre, el beneficio ascendió a 271 millones de euros, lastrado por costes de reestructuración, deterioros en la filial tecnológica, mayor carga fiscal y menores aportaciones de negocios discontinuados en Hispanoamérica, elementos que distorsionan la comparativa interanual del beneficio.
El segundo eje es la evolución de la caja y de la deuda. El flujo de caja libre de las operaciones continuadas cayó un 68 % interanual, hasta 414 millones de euros, mientras que la deuda financiera neta se sitúa en 28.233 millones de euros, equivalente a 2,87 veces el EBITDA. En paralelo, el flujo operativo (EBITDAaL–CapEx) avanzó un 3,4 %, hasta 1.252 millones de euros, con ingresos de 8.958 millones de euros (+0,4 %) y un EBITDA de 3.071 millones de euros (+1,2 %).
Sobre esta base, la compañía defiende que el dividendo reducido a 0,15 euros por acción a partir de 2026 permitirá dedicar más recursos al negocio principal y a áreas como defensa y ciberseguridad, planteando al inversor el clásico intercambio entre renta actual y crecimiento futuro.
El desempeño por geografías añade matices relevantes:
- España muestra una evolución moderada, con ingresos creciendo un 1,6 % y máximo histórico de accesos de banda ancha fija;
- Brasil mantiene un dinamismo elevado: ingresos +6,5 % y EBITDA +8,8 %, con cuotas de mercado del 43 % en contrato móvil y del 18 % en fibra,
- Alemania registra descensos en ingresos (-6,6 %) y EBITDA (-9,5 %) en un entorno maduro y competitivo.
Con este punto de partida, Telefónica proyecta un incremento del EBITDA ajustado del 1,5 %-2,5 % anual en los próximos tres años y un flujo de caja libre de entre 2.900 y 3.000 millones de euros el próximo ejercicio, a la vez que rompe con una larga etapa de dividendo muy estable.
Imagen: Jose Miguel Sanchez / Shutterstock.com
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