La economía de Estados Unidos enfrenta crecientes preocupaciones sobre una posible recesión y un escenario de estanflación en 2025. Los analistas observan de cerca el impacto de la política monetaria de la Reserva Federal y los riesgos adicionales, como el aumento de los aranceles, que podrían mantener elevada la inflación.
Lo que sucedió
El mercado estadounidense está reflejando un aumento en la percepción de riesgo de recesión y estanflación. Según Bloomberg Línea, la probabilidad de una recesión en EE.UU. en los próximos 12 meses es del 55%. Además, el mercado de bonos está enviando señales preocupantes: los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años han oscilado cerca del 4,1%, mientras que los de 2 años se han mantenido por encima del 4,5%, lo que indica una curva de rendimiento invertida, tradicionalmente un predictor de recesión.
A pesar de la resistencia del mercado laboral, con una tasa de desempleo que sigue en el 3,7%, algunos sectores ya muestran signos de desaceleración. El gasto del consumidor, que representa aproximadamente el 70% del PIB de EE.UU., ha comenzado a mostrar fatiga, especialmente en bienes duraderos. Además, las solicitudes de hipotecas han caído a su nivel más bajo en casi 30 años, reflejando el impacto de las tasas de interés elevadas.
En cuanto a la inflación, el índice de precios al consumidor (IPC) subió un 3,1% interanual en enero, aún por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal. Aunque la inflación ha descendido desde su pico del 9,1% en junio de 2022, los aumentos en servicios como vivienda y salud siguen siendo persistentes. La Fed ha mantenido su tasa de referencia en el rango de 5,25-5,5%, el nivel más alto en 22 años, y los analistas esperan que los recortes de tasas no lleguen antes de la segunda mitad de 2024.
La incertidumbre sobre la política monetaria ha llevado a una mayor volatilidad en los mercados. Los inversionistas están atentos a cualquier señal de la Fed sobre cambios en su estrategia, lo que podría impactar significativamente en la confianza del mercado.
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Por qué es importante
Un factor que podría complicar aún más la inflación en EE.UU. es el riesgo arancelario. La administración de Donald Trump está evaluando la posibilidad de aumentar los aranceles sobre productos chinos, incluidos vehículos eléctricos y paneles solares. En particular, los aranceles sobre autos eléctricos chinos podrían incrementarse del 25% actual al 100%, lo que encarecería significativamente estos productos y podría generar una respuesta de represalia por parte de China.
Este escenario agregaría presión a la inflación, ya que muchas importaciones de China juegan un papel clave en la cadena de suministro de EE.UU. Si los costos de importación aumentan, es probable que las empresas trasladen esos costos a los consumidores. Esto haría más difícil para la Fed controlar la inflación, reduciendo la probabilidad de recortes de tasas en el corto plazo.
Si la inflación sigue siendo alta debido a estos factores externos, la Fed podría verse obligada a mantener su postura restrictiva por más tiempo, lo que impactaría negativamente en sectores sensibles a los costos de financiamiento. La combinación de tasas altas, inflación persistente y menor crecimiento podría derivar en un escenario de estanflación, lo que pondría aún más presión sobre la economía y los mercados financieros en 2025.
Foto cortesía de Pixabay
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