2021 fue un año de volatilidad significativa para las criptomonedas debido a múltiples factores, como los cambios regulatorios en China y la comprensión de Elon Musk del impacto ambiental negativo causado por la minería de criptodivisas. El año pasado, el valor de Bitcoin alcanzó máximos históricos antes de caer en picado en mayo. A fines del año pasado, Ethereum también alcanzó un nuevo máximo histórico. Según el Foro Económico Mundial, hoy en día existen 18.142 criptomonedas junto con 460 exchanges de criptomonedas y la capitalización total del mercado de las monedas digitales asciende a la asombrosa cifra de 1,7 billones de dólares, con más de 90.000 millones de dólares negociados cada día. Sin embargo, la industria aún está en pañales y está en constante evolución, lo que dificulta predecir a dónde irán las cosas a largo plazo. Dado el tamaño del mercado y el creciente interés en los activos digitales, los funcionarios gubernamentales de todo el mundo están trabajando en las regulaciones de las criptomonedas. El futuro parece prometedor para este sector, pero los inversores aún deberán actuar con cautela para aprovechar al máximo esta oportunidad.
Las decisiones políticas y la innovación serán claves
Los legisladores están debatiendo leyes y pautas para hacer que las criptomonedas sean más seguras para los inversores y menos propensas a los delitos cibernéticos. El proyecto de ley de infraestructura bipartidista del presidente Biden, firmado en noviembre, incluye disposiciones sobre informes de impuestos sobre criptomonedas para facilitar que el IRS rastree la actividad criptográfica en EE.UU. Aunque los cambios regulatorios pueden afectar los precios de las criptomonedas, los expertos de la industria creen que la regulación es beneficiosa para la industria a largo plazo. El presidente Biden firmó recientemente una orden ejecutiva que garantiza el desarrollo responsable de los activos digitales, lo que permite al gobierno explorar y participar en la investigación de criptomonedas para desarrollar un marco regulatorio para los activos digitales y abordar los riesgos de los activos digitales y su tecnología. Aunque las organizaciones internacionales han estado trabajando en el análisis de riesgos y políticas relevantes, actualmente no existe una regulación coordinada internacionalmente para las criptomonedas. Los funcionarios de todo el mundo están atentos al creciente mercado de activos digitales y las tendencias criptográficas con la intención de estabilizar sus sistemas monetarios y, al mismo tiempo, fomentar la innovación y el progreso económico. Muchas empresas emergentes, por otro lado, también están trabajando para lograr este objetivo al proporcionar soluciones avanzadas y seguras. Un buen ejemplo es Exberry, una startup israelí que brinda experiencia en tecnología de intercambio y comercio a exchanges, bancos, valores digitales y mercados. La infraestructura actual está desactualizada y no proporciona una solución adecuada para los mercados que cambian y se expanden rápidamente. Exberry sirve a este mercado al proporcionar una infraestructura comercial de tecnología avanzada que las plataformas comerciales pueden usar para crear rápidamente nuevas plataformas comerciales de activos digitales sin necesidad de comenzar una desde cero.
A medida que los activos digitales se aceptan más ampliamente, muchas instituciones financieras tienen dificultades para adoptarlos debido a la falta de infraestructura y a un proceso de adopción oportuno y complicado.
Además de estas empresas jóvenes e innovadoras, jugadores bien establecidos en la industria como Coinbase han introducido una gran cantidad de nuevas herramientas en los últimos 12 meses para ayudar a los inversores minoristas e institucionales a adoptar activos digitales. Dado que la industria aún se encuentra en una etapa inicial, sería razonable suponer que las empresas que participan activamente en este espacio disfrutarán de un largo camino hacia el crecimiento.
Conclusión
A pesar de los desafíos regulatorios, el mercado de las criptomonedas ya ha experimentado un avance significativo, con el debut del primer ETF de Bitcoin en la Bolsa de Valores de Nueva York en octubre pasado. Este ETF permite a los inversores comprar criptomonedas directamente de los brokerages de inversión tradicionales. En 2021, las principales empresas de una variedad de industrias pudieron invertir en criptomonedas y blockchain debido a los desarrollos continuos en el mercado de los activos digitales y las tecnologías emergentes. Sin embargo, las criptomonedas son más vulnerables a los factores externos del mercado, como la inflación, los impuestos, los cambios normativos y el rendimiento general del mercado de valores. Las preocupaciones económicas pueden provocar un cambio hacia alternativas más seguras, lo que podría afectar el precio de los activos digitales a corto plazo. Esto no implica que las perspectivas del mercado sean sombrías, ya que lo ideal sería que los inversores se centraran en el largo plazo.