En medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, un grupo de cinco naciones ha surgido como conectores significativos en la economía global fragmentada. Estos países son Vietnam, Polonia, México, Marruecos e Indonesia.
Estas naciones han sido identificadas como enlaces cruciales debido a sus ubicaciones geográficas estratégicas y su capacidad para facilitar el comercio, según informó Bloomberg. Juntos, estos países representaron 4 billones de dólares en producción económica en 2022. Esta cifra supera a la de India y está casi a la par con la de Alemania y Japón.
A pesar de sus diferentes antecedentes políticos e historias, estos países comparten el objetivo común de capitalizar las oportunidades económicas que surgen de su posición entre Estados Unidos y China. Representan el 4% del PIB mundial, sin embargo, han atraído más del 10%, o 550.000 millones de dólares, de todas las inversiones greenfield desde 2017.
Los economistas del Banco de Pagos Internacionales (BPI) han descubierto que las cadenas de suministro se están expandiendo a medida que otros países, especialmente en Asia, se convierten en paradas adicionales en el comercio entre China y Estados Unidos. Las empresas están desplazando las cadenas de suministro lejos de China y hacia países cuyas economías ya están estrechamente integradas con China, como Vietnam.
Sin embargo, no todo es positivo. Los economistas advierten que este cambio podría tener un impacto negativo en el crecimiento global, con los países más pobres sufriendo más que los más ricos. Además, la reorganización de las cadenas de suministro podría resultar en mayores costos de producción que llevan a un aumento de la inflación.
De todas formas, estos conectores sirven como evidencia de que la globalización no está terminando. En cambio, los bienes y el capital están cruzando aún más fronteras que antes.
Foto vía Shutterstock
También puedes leer: Bitcoin supera los 35.000$ tras decisión del FOMC sobre las tasas