Cathie Wood de Ark Investment Management ha analizado los rendimientos de los bonos, ahora convertidos en una de las mayores preocupaciones del mercado.
Política Monetaria Restrictiva
En el reciente episodio de su podcast “Conociendo el Mercado con Cathie Wood” transmitido el sábado, Wood compartió una gráfica que mostraba la diferencia entre las notas del Tesoro a 10 años y a 2 años, evidenciando una lectura negativa o inversión de la curva de rendimiento.
Esta lectura negativa indica que las tasas de interés a corto plazo son más altas que las de largo plazo, una anomalía, comentó. Hace más de un año que la curva de rendimiento se mantiene invertida, lo que usualmente señala que la economía está en recesión o cerca de ella.
“Diríamos que estamos en una recesión en curso desde hace un año y medio”, afirmó Wood. Esto podría prever un crecimiento económico más lento y una inflación menor a la esperada por la mayoría.
Actualmente se observa una inversión de 100 puntos básicos o un punto porcentual, similar a la década de los 80, cuando el rendimiento de los bonos a largo plazo era mucho mayor, apuntó. Esto demuestra una política monetaria actual mucho más estricta.
Una inversión de 100 puntos básicos en una tasa de interés del 4,5%-5% es mucho más grave que la misma inversión en una tasa del 15%, explicó Wood.
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Señal deflacionaria
Recientemente, los precios de los metales han disminuido en relación al oro, aumentando el poder adquisitivo de este último, compartió Wood, mostrando un gráfico de la relación metal/oro frente al rendimiento de los bonos a 10 años. Esto indica que la situación actual no es inflacionaria.
“Quisiéramos que la Reserva Federal prestara atención a este indicador”.
En contraste, antes de los 2000, que vieron el auge y caída de la tecnología y telecomunicaciones y la recuperación subsiguiente, la política monetaria fue extremadamente laxa debido al impago ruso y la problemática del Y2K, comentó Wood.
Ella observó que los precios de los metales se dispararon y el oro perdió poder adquisitivo, llevando a una situación de inflación. La Reserva Federal se ajustó en contra de esto, lo que culminó en la crisis hipotecaria y la Gran Crisis Financiera.
Desde entonces, ambos se han reflejado mutuamente. Posteriormente, la Reserva Federal comenzó a elevar las tasas de interés en 22 ocasiones en poco más de un año, lo que podría interpretarse como una señal deflacionaria o al menos desinflacionaria.
Esto nos indica que las tasas de interés a largo plazo podrían reducirse significativamente al enfrentar un aterrizaje económico más duro de lo esperado, pudiendo caer por debajo del 2%, indicó Wood.
La tecnología podría salvar el crecimiento
El déficit federal de Estados Unidos como porcentaje del PIB nominal está actualmente en torno al 6%, incluso sin una recesión, apuntó Wood.
La mejor manera de contener el déficit es a través de un crecimiento económico rápido, algo que se experimentó en los años 80 y 90 gracias a la maduración de las tecnologías.
Wood destacó que el déficit se convirtió en superávit durante la administración de Bill Clinton.
A pesar de su esperanza, la gestora de fondos siente que los planes de gasto implementados tras la pandemia de COVID-19 pueden haber sido excesivos.
El SPDR Gold Shares (NYSE: GLD) terminó la sesión del viernes con un aumento del 0,36% a 184,79 dólares, según los datos de Benzinga Pro.
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