BEIJING, 16 de octubre de 2023 /PRNewswire/ — Birol, un guía turístico local de habla china en Estambul, Turquía, considera que el té negro es una parte indispensable de su rutina diaria. En realidad, no se trata solo de Birol. En un hogar típico turco, preparar una taza de té negro usando una tetera especial conocida como “çaydanlık” es un aspecto preciado de la vida cotidiana.
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El té negro es una presencia constante desde el desayuno hasta la cena y una bebida habitual para dar la bienvenida a los invitados y organizar fiestas, dijo Briol.
En Turquía, el té tiene una rica historia que abarca más de dos siglos y se ha convertido en un elemento vital de la cultura local, profundamente arraigada en la vida cotidiana de su gente. Hoy en día, el país es uno de los principales consumidores de té del mundo.
Esta importancia ha destacado aún más a través de la participación de Turquía en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). Históricamente conocida por sus fuertes tradiciones de consumo de té, ha sido testigo de cómo la BRI abrió las puertas a mayores intercambios comerciales y culturales.
Además de Turquía, desde que China propuso la BRI en 2013, esta iniciativa ha desempeñado un papel vital en la movilización de recursos, mejorando la conectividad entre países y desbloqueando perspectivas de crecimiento potencial.
Durante la última década, el comercio y la inversión han experimentado un crecimiento constante. De 2013 a 2022, el valor total de las importaciones y exportaciones entre China y otros países de la BRI alcanzó los 19,1 billones de dólares, manteniendo una tasa de crecimiento anual promedio del 6,4 por ciento, según un libro blanco publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado de China el 10 de octubre.
A finales de agosto de 2023, más de 80 países y organizaciones internacionales habían respaldado la Iniciativa de China para promover la cooperación comercial sin obstáculos a lo largo de la Franja y la Ruta. El país también había firmado 21 acuerdos de libre comercio con 28 países y regiones, promoviendo aún más la cooperación económica y la conectividad comercial dentro del marco de la BRI.
Próspero mercado mundial del té
Las exportaciones de té de China experimentaron un crecimiento estable en 2022. El país exportó un total de 375.300 toneladas de té, lo que supone un aumento del 1,59 por ciento en comparación con el año anterior, según muestran datos de la Administración General de Aduanas.
En desglose, las exportaciones de té verde ascendieron a 313.900 toneladas, representando el 83,6 por ciento de las exportaciones totales de té de China. Mientras tanto, las exportaciones de té negro y té oolong constituyeron el 8,9 y el 5,2 por ciento, respectivamente.
Los países participantes en la BRI también han experimentado un aumento en sus exportaciones de té. Kenia, por ejemplo, exportó 1,4 millones de kilogramos de té a China en 2022, según muestran datos del Comité de la Industria del Té de la Asociación China para la Promoción de la Cooperación Agrícola Internacional.
Como prolífico productor de té, Kenia produce más de 450 millones de kilogramos de té al año. La industria del té representa aproximadamente el 23 por ciento de los ingresos totales de divisas de Kenia, según la Dirección del Té. El sector también sustenta los medios de vida de aproximadamente 5 millones de personas en Kenia, tanto directa como indirectamente, en un país con una población de 53 millones.
Este año, Kenia prevé un mayor impulso en su volumen de exportación de té debido a un creciente envío de té negro y ortodoxo keniano a China, según la Autoridad de Agricultura y Alimentación de Kenia.
Además del té, también están floreciendo otros comercios entre los dos países, gracias al Ferrocarril de Ancho Estándar Mombasa-Nairobi (SGR) que se inauguró en 2017, uno de los primeros frutos de la BRI. El ferrocarril ha facilitado el movimiento fluido de carga a granel importada hacia el interior, ha mejorado la logística y las cadenas de suministro y ha proporcionado un medio rápido, eficiente y rentable para transportar carga a granel.
En los primeros ocho meses de 2023, el comercio de productos alimenticios de China, incluido el té, con los países de la BRI alcanzó los 553.820 millones de yuanes (76.100 millones de dólares), un aumento del 10,4 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado y un aumento del 162 por ciento en comparación con 2013, según muestran los datos oficiales.
En 2022, el comercio de productos alimenticios de China con los países de la BRI alcanzó los 786.310 millones de yuanes, un aumento del 135,3 por ciento en comparación con 2013, según la Administración General de Aduanas.
Hasta junio de este año, China ha firmado más de 200 acuerdos de cooperación BRI con 152 países y 32 organizaciones internacionales, ampliando la diversidad y escala del comercio de alimentos.
Las históricas rutas del té promueven la difusión de la cultura del té
A lo largo de la historia, la cultura china del té ha estado estrechamente relacionada con las expediciones comerciales a lo largo de rutas históricas como la Tea Horse Road. La ruta comienza en las provincias de Sichuan y Yunnan, en el suroeste de China, serpenteando a lo largo de las estribaciones orientales de las montañas Hengduan, un centro de producción de té en China, antes de extenderse a la India, situada al sur del Himalaya.
Otra ruta histórica, la antigua ruta del té, se originó en las montañas Wuyi en Fujian, sureste de China, y se extendió por aproximadamente 13.000 kilómetros. Comprendía una red de rutas comerciales y de caravanas que atravesaban China para llegar a Europa, desempeñando un papel crucial en la difusión del té chino a tierras extranjeras.
La antigua ruta del té era una ruta comercial vital que combinaba el transporte acuático y terrestre para facilitar el comercio del té, satisfaciendo las demandas de diversas comunidades étnicas que residían en el noroeste de China, Rusia y Europa, según Huang Baiquan, profesor de la Escuela de Historia y Cultura, Universidad de Hubei.
Esta ruta comercial abarca varios climas y paisajes, sirviendo como plataforma para la coexistencia armoniosa de diversas actividades económicas y abordando las necesidades de sustento de las personas que residen a lo largo de la ruta, señaló Huang.
La ruta comercial histórica se alinea estrechamente con la ruta norte del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda de China y es una parte importante de la BRI. Ha fomentado la diversidad económica y ha alentado intercambios multidimensionales de ideas y conocimientos entre el sur y el norte de China, Rusia y Europa.
Durante el proceso de cultivo y procesamiento, transporte, comercio y consumo del té, personas de diversas nacionalidades y países a lo largo de la antigua ruta del té han creado y llevado adelante una cultura del té vibrante y diversa, añadió Huang.
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