El aumento de las empresas de adquisición con propósito especial (SPACs) fue una de las historias más importantes para los inversores el año pasado. Según el número récord de SPAC presentadas y el dinero recaudado a principios de 2021, la tendencia parece estar preparada para seguir su curso.
El analista de Bank of America, Michael Carrier, comparte los aspectos positivos y negativos del mercado SPAC tanto para los inversores, como para las empresas privadas.
El mercado SPAC: Las SPACs han existido desde la década de los 90. También conocidas como empresas de “cheques en blanco”, las SPACs ahora son un popular vehículo para que las empresas no cotizadas lleguen a negociar sus acciones en la bolsa.
En 2020, llegaron al mercado 248 SPACs. Esta cifra es cuatro veces mayor a la registrada en el año anterior. De acuerdo con Carrier, el aumento se debe a que los inversores buscan fuentes alternativas de rendimiento, las empresas privadas buscan rutas alternativas para alcanzar el objetivo de negociarse en los mercados bursátiles y los inversores minoristas tienen un mayor apetito por los activos privados.
Las unidades que ofrecen las SPACs también son particularmente atractivas para los árbitros, según el analista.
Las unidades incluyen una acción común y, en la mayoría de los casos, una parte de un warrant. Los warrants de las SPACs son opciones para comprar una acción más adelante, a un precio de 11,50 dólares en la mayoría de los casos.
Cronología de las SPACs: La cronología de una SPAC consta de varias fases, según señala Carrier. Las SPAC hacen marketing, recaudan capital y encuentran un objetivo durante la fase de anuncio previo a la fusión.
En la siguiente fase estas empresas hacen un anuncio de acuerdo. Tras realizar este anuncio, se lleva a cabo una fase de redención y votación en la que los accionistas pueden negociar sus acciones por el valor del activo neto, generalmente la suma es de 10 dólares más intereses, si no les gusta el acuerdo, las acciones se cotizan por debajo de ese nivel.
Aspectos positivos de las SPACs: Las empresas que aun no negocian sus acciones en el mercado de valores están recurriendo en masa a los acuerdos con SPACs por varias razones importantes.
Una de estas razones es que una SPAC típica viene con una tarifa de suscripción del 2% y una tarifa del 3,5% al finalizar, en comparación con el 7% de una OPI (oferta pública inicial) tradicional.
El plazo de una SPAC suele ser de tres a cuatro meses frente al periodo de hasta un año con una oferta pública inicial tradicional.
Otro gran aspecto positivo es que las empresas no cotizadas pueden presentar una guía prospectiva de ingresos y rentabilidad de cinco a diez años. Mientras que en una OPI tradicional, las empresas pueden compartir sus finanzas pasadas y hablar sobre el tamaño total del mercado direccionable, pero no pueden entrar en proyecciones financieras detalladas.
Asimismo, los inversores se benefician de las SPACs, en vista de la capacidad de intercambiar acciones al precio de la OPI.
Las SPACs también vienen con un límite de tiempo para cerrar un acuerdo, lo que da a los inversores un horizonte más corto para una posible mejora.
Otra gran razón por la que los inversores podrían acudir en masa a las SPACs es que ofrecen una forma de invertir en empresas no cotizadas en el mercado bursátil que podrían experimentar un alto crecimiento en el futuro cercano.
Riesgos: Los inversionistas depositan mucha fe en los patrocinadores de una SPAC para que encuentren un buen objetivo, según afirmó Carrier. El riesgo de invertir en una de estas empresas antes del anuncio de un acuerdo es que es posible que no se alcance un buen trato.
Las participaciones de un patrocinador en la SPAC y los warrants son factores que podrían llevar a diluir el valor de la empresa en el futuro, advierte el analista de BofA. La “promoción” en un acuerdo típico de SPAC es el 25% de los ingresos de la OPI.
También existe el riesgo de invertir en startups en etapa temprana y compañías antes de generar ingresos. Una vez que se ha votado a favor de la fusión, los inversores ya no pueden canjear acciones al valor de liquidación y podrían ver cómo sus acciones pasan a valer 0 dólares.
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