Robert Kiyosaki se ha labrado una reputación a base de predicciones audaces y opiniones financieras controvertidas. Últimamente, se ha venido sucediendo con sus alarmantes advertencias estilo fin del mundo, afirmando que los planes 401(k) serán “pan comido”, que el mayor choque en la historia es inminente y que las estrategias de jubilación tradicionales están condenadas.
Pero más allá de los titulares apocalípticos, Kiyosaki es conocido por su best-seller de 1997 “Padre rico, padre pobre”, el libro que redefinió la forma en que piensan sobre el dinero millones de personas.
El mensaje central de su libro es que la libertad financiera no consiste en ganar un sueldo, sino en adquirir activos que generen ingresos.
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Y recientemente en Instagram, redobló esta idea con un mensaje que no tenía nada que ver con el colapso económico y tenía que ver con la mentalidad:
“No te enganches al dinero. Trabaja para aprender. No trabajes por dinero. Trabaja por conocimiento”.
Kiyosaki siempre ha predicado que el empleo tradicional, el que consiste en cambiar tiempo por un sueldo, es una trampa financiera. Su publicación en Instagram fue aún más lejos:
“La mayoría de la gente persigue los cheques de pago, pero los ricos persiguen el conocimiento”, dijo.
Kiyosaki explicó que trabajar solo por dinero conduce a las personas a un ciclo interminable de dependencia financiera. Se convierten, tal y como él mismo lo explicó, en “esclavos de su trabajo, atrapados en la carrera de la rata, viviendo de cheque en cheque”. Pero aquellos que se centran en desarrollar habilidades, conexiones y experiencia, aquellos que conducen a la propiedad y las inversiones, son los que finalmente construyen riqueza duradera.
“Los ricos no trabajan por dinero”
La publicación de Kiyosaki repitió una de sus lecciones más famosas: “Los ricos no trabajan por dinero. Hacen que el dinero trabaje para ellos”.
Esa ha sido su postura durante décadas. En “Padre rico, padre pobre”, defendió que los empleos mantienen a las personas atrapadas financieramente porque proporcionan ingresos a corto plazo pero no seguridad a largo plazo. En lugar de depender de un sueldo, anima a la gente a invertir en activos, ya sea bienes raíces, acciones o empresas, que sigan generando ingresos incluso cuando no estén trabajando activamente.
Deja de cambiar tiempo por dinero
¿Su conclusión final? “Deja de cambiar tiempo por dólares. Empieza a trabajar para adquirir conocimientos. Ese es el verdadero camino hacia la libertad financiera”.
Es una idea convincente y que resuena en muchas personas, especialmente en aquellas que buscan una salida a la rutina del cheque a cheque. Por supuesto, el desafío es que no todo el mundo tiene el lujo de dejar de trabajar y simplemente “perseguir el conocimiento”. Pero el mensaje de Kiyosaki no es que dejes tu trabajo de la noche a la mañana, sino que tomes decisiones pequeñas y deliberadas que te lleven hacia la independencia financiera.
Amado u odiado, Kiyosaki sabe cómo hacer que la gente piense de manera diferente sobre el dinero.
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