Kevin O’Leary, el inversor y estrella de Shark Tank, no contrae deudas. En una aparición de septiembre de 2020 en el canal de YouTube de Graham Stephan, O’Leary lo dejó claro: “No tengo ninguna deuda. He llegado a un punto en mi vida en el que simplemente no me gustan las deudas. Así que compro las cosas al contado”. Pero Stephan, un YouTuber de finanzas conocido por sus estrategias de inversión inmobiliaria, no iba a dejarle que se saliera con la suya.
“Pero ¿no crees que es porque ya tienes tanto dinero ahora?”, preguntó Stephan. “Para ti, ir a intentar pedir prestado al 3 % para ganar el 5 % puede que no merezca la pena, en comparación con la opción más sencilla de pagar al contado”.
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O’Leary no lo negó. En cambio, habló de su experiencia: “Bueno, excepto que soy mayor que tú, he visto muchas cosas y he pasado por muchos ciclos bajos”. Advirtió que muchos de sus amigos que asumieron demasiadas deudas acabaron en la bancarrota. “Imagínate que tienes 40 años y te quedas en la ruina. Tener que declararse en bancarrota cambia tu vida para siempre. La única razón por la que les pasó es que no respetaron la deuda”.
Pero no se puede negar que tener millones (o miles de millones) hace que sea mucho más fácil evitar las deudas. Para la persona media, un sueldo más bajo significa que tiene menos dinero disponible para cubrir gastos importantes o ahorrar, lo que convierte la financiación en algo necesario en lugar de en una elección.
La realidad de evitar la deuda
Es fácil decir que nunca se deben adquirir deudas, pero para la mayoría de las personas, eso no es realista. Los precios de la vivienda están por las nubes, los préstamos estudiantiles son inevitables para muchos y, simplemente, conseguir crédito requiere cierto nivel de endeudamiento. O’Leary lo reconoce, diciendo: “Le digo a todos los millennials que, aunque no apruebo las tarjetas de crédito, es muy difícil mejorar tu calificación crediticia sin tener una”.
Seamos realistas: la mayoría de los estadounidenses tienen deudas. A diferencia de O’Leary, que tiene la libertad financiera para pagar al contado por todo, millones de personas dependen del crédito para poder salir adelante.
- Tener una casa en propiedad no es barato. Business Insider informa de que el saldo medio de la hipoteca en 2024 fue de 244 498 dólares, convirtiéndose en la mayor fuente de deuda de la mayoría de los hogares.
- Los préstamos para estudiantes son prácticamente un requisito para acceder a la enseñanza superior. Según Education Data Initiative, el prestatario medio tenía una deuda de 37 853 dólares en préstamos estudiantiles del gobierno.
- Los gastos diarios se acumulan. La deuda de tarjetas de crédito es un problema constante, con un saldo medio de 7236 dólares para los que tienen deudas, según LendingTree.
El gran aprendizaje: la deuda no es el problema; el problema son las deudas imprudentes
O’Leary no está en contra de aprovechar el dinero para crear riqueza. Simplemente odia las deudas malas. Le dijo a Stephan: “Estás siendo disciplinado. Estás comprando activos que te generan ingresos. Ellos compraban barcos, coches y relojes… y se divorciaban. Adoraban su estilo de vida. Se quedaron a cero”.
Muchas personas se meten en problemas financieros porque piden prestado para comprar cosas que no generan ingresos. Por eso O’Leary jura por su estrategia de inversión en pasta frente a proteínas, una lección que aprendió de un magnate multimillonario del sector inmobiliario. “Empezaba a comer pasta, poniendo cada dólar que ganaba para pagar deudas. Una vez que el edificio estaba pagado, podía permitirse comer proteínas”.
La deuda: ¿necesaria o peligrosa?
Para la mayoría de las personas, evitar completamente la deuda no es realista. Algunos gurús de las finanzas, como Robert Kiyosaki, mantienen una postura opuesta: afirma con orgullo estar 1,2 billones de dólares en deuda, argumentando que ser deudor le permite pagar muy pocos impuestos. ¿Su filosofía? Usar la deuda como palanca para generar riqueza.
Pero el planteamiento de O’Leary es diferente: solo debes contraer deudas si te hacen ganar dinero. No está en contra de pedir prestado por completo, simplemente cree que debe ser estratégico.
- ¿Inversión inmobiliaria? Puede ser una inversión inteligente si genera ingresos por alquiler y se revaloriza con el tiempo.
- ¿Inversiones empresariales? El apalancamiento del capital puede ayudar a escalar una empresa y generar más riqueza.
- ¿Educación? Cuando se gestiona de forma inteligente, puede dar lugar a unos ingresos más altos.
¿Y si en algún momento has pensado en usar el margen para operar con acciones? O’Leary no se guarda el comentario: “Nunca uses el margen para invertir en acciones. Nunca hagas eso. Nunca, nunca, nunca, nunca. La gente cree que el margen es gratis. Cuando hay una corrección, te haces puré. Te venderán en dos segundos”.
La deuda no siempre es el enemigo; es la manera en la que la utilices lo que importa. Antes de tomar grandes decisiones financieras, especialmente si se trata de inversiones o de pedir un apalancamiento, consultar a un asesor financiero puede ayudarte a asegurarte de que la deuda funcione para ti y no en tu contra.
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