Las fuerzas de seguridad de Irán están disparando a la cara, los senos y los genitales de las mujeres manifestantes con escopetas en medio de las protestas que se han desatado contra el régimen en el país.
Lo que ha sucedido
Médicos y enfermeras, que atienden a los manifestantes en secreto para evitar que los arresten, aseguran que las mujeres manifestantes solían llegar con heridas distintas a las de los hombres, según ha informado The Guardian, citando entrevistas con médicos de todo el país.
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Un médico le dijo al medio de comunicación que los hombres solían llegar con disparos de perdigones en las piernas, las nalgas y la espalda, mientras que a las mujeres las atacaban de una manera diferente “porque querían destruir su belleza”.
Al menos 10 profesionales médicos confirmaron a la publicación que las lesiones graves podrían dejar a muchos jóvenes iraníes con lesiones permanentes.
“Atendí a una mujer de poco más de 20 años a la que le habían disparado dos perdigones en los genitales. Tenía otros diez perdigones incrustados en la parte interna del muslo. Pudimos extraerle los 10 perdigones del muslo fácilmente, pero los otros dos fueron todo un reto porque se le habían quedado encajados entre la uretra y la abertura vaginal”, explicó el médico.
A mediados de septiembre, miles de iraníes salieron a las calles a protestar tras la muerte de Mahsa Amini, una mujer kurda iraní de 22 años que había sido detenida por la policía. Presuntamente, la detuvieron por llevar su hiyab “de forma inadecuada”.
El pasado jueves, Irán llevó a cabo la primera ejecución conocida de un manifestante que fue condenado en los últimos disturbios contra el gobierno que se extendieron por todo el país.
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