2022 está siendo un año bajista en el mercado con todos los sectores cayendo en bolsa, salvo el energético. Pero, es posible que lo peor no haya pasado todavía. En anteriores correcciones, la bolsa cayó un 40% desde máximos, lo que supone que, si esto se cumple, el S&P 500 estaría, todavía, a mitad de la caída. Por eso, hay que observar y conocer cuáles son los principales riesgos del mercado para el último trimestre del año, y que pueden agravar la situación macroeconómica y las caídas del mercado.
Inflación
Es el principal miedo del mercado, y con razón. La inflación se encuentra en máximos de los años 80 y parece que no termina de bajar. De hecho, el IPC americano se ha situado en el 8,3% para el mes de agosto, y la inflación subyacente sigue siendo muy alta – está en el 6,1% -. Unas cifras muy parecidas en Europa, décima arriba o décima abajo.
El riesgo de que la inflación no baje o siga estos derroteros en los próximos meses se traduce en una política monetaria todavía más restrictiva. No hay que olvidar que el BCE acaba de aplicar la mayor subida de la historia y que la Fed ya ha subido los tipos en tres ocasiones este año, y no serán las únicas.
Recesión
La recesión técnica es una realidad en Estados Unidos y podría llegar a Europa a finales de 2022 y principios de 2023. Esto es algo con lo que el mercado ya cuenta, pero el punto clave aquí no es tanto la recesión, sino la gravedad de la misma. Los datos de empleo, de actividad económica del sector privado, los ratios de la banca tras la subida de tipos y el encarecimiento de las hipotecas, entre otras cosas como la alta deuda pública, serán lo que marquen la profundidad de la recesión.
Crisis energética
El mundo en general, y Europa en particular, están en medio de una crisis energética que podría tener efectos más fuertes. Los cortes de suministro de gas ruso no solamente hacen que los precios de esta materia prima sean más elevados, creando más inflación, sino que también pueden llevar a racionamiento en el uso de la energía en el próximo invierno. Algo que puede ser muy malo para las empresas, ya que algunas de ellas no pueden hacer frente al pago de las facturas de suministros.
Tensión entre China y EE.UU.
La tensión entre las dos principales potencias mundiales es algo que ya es habitual, pero la visita de Nancy Pelosi a Taiwán aceleró la división entre ambos países. Estados Unidos ha restringido la venta de chips a China y, el país asiático ha optado por estrechar lazos con Latinoamérica robándole aliados y acuerdos a EE.UU. por valor de 247.000 millones.
Deuda pública
La alta deuda pública de los países de Europa, entre ellos España, puede generar una nueva crisis del euro, similar a la ocurrida en 2011 y 2012. El BCE ha frenado las compras masivas de bonos soberanos y esto está empujando al alza las primas de riesgo. Si bien es cierto que el BCE ha creado un mecanismo antifragmentación, los requisitos para seguir financiándose son duros y necesitarán de firmes compromisos por parte de los países que necesiten esta intervención.
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