Tesla Inc (NASDAQ:TSLA), como de costumbre, está acaparando muchos de los titulares. En las más recientes novedades tenemos que las controversiales y estimadas acciones de la empresa fueron incluidas en el S&P 500, pero esta historia no se queda allí.
Lo que sucedió: Al parecer no pasa un día sin que un nuevo vehículo eléctrico explote o una jornada en la que no aparezca una empresa de adquisición de propósito especial (SPAC) centrada en esta beneficiosa industria. Pese a esto, el metro con el que se miden los novatos del rubro es con el de Tesla.
Por supuesto los ETF son los que se benefician de esto al posar importantes asignaciones a la empresa de Elon Musk, incluido el ETF ARK Autonomous Technology & Robotics (CBOE:ARKQ).
ARKQ es uno de los componentes del trío de fondos que hacen parte de ARK Investment Management y que asignan a Tesla como el componente más grande, pero la asignación del 11,71 % del fondo a estas acciones supera la de sus compañeros.
Por qué es importante: El considerable porcentaje de peso que le asignó el fondo a Tesla, le ayudó a alcanzar una valoración más que duplicada este año, pero la competencia del fabricante de automóviles en cuanto a la relación $/tasa de carga, o millas de rango agregado por minuto de carga, podría ser un catalizador continuo tanto para las acciones como para el ETF de ARK.
“La investigación que estamos ejecutando tiene como meta el pronóstico del precio y rendimiento de los vehículos eléctricos durante los próximos cinco a diez años. Hemos utilizado hasta este momento la Ley de Wright para pronosticar la disminución del costo de la batería”, de acuerdo a lo que informa ARK Research. “Dado que la batería es la que conlleva los costos más altos, generalmente el 20 %, podemos pronosticar la disminución a largo plazo de los precios publicitados de los vehículos eléctricos”.
Se ha utilizado por norma general el múltiplo de $/kilovatio-hora (kWh) como el indicador principal del éxito que tiene la batería en el mercado de vehículos eléctricos, pero los hitos suelen ser más difíciles de cuantificar.
ARK señala que “el pronóstico de otras especificaciones es esta clase de autos es más complicado, en particular si hablamos de métricas como el rango, la eficiencia (rango/kWh), el tiempo para acelerar de 0 a 60 mph y el tamaño de la batería”. “Por si esto fuera poco, también se pueden contar a las químicas de las celdas de la batería con diferentes costos de $/kWh y compensaciones de rendimiento”.
¿Qué sigue? La capacidad que se le acuña al fabricante de automóviles para mantener a raya a la competencia cuando se trata de la relación $/tasa de carga no hace si no aumentar el atractivo del fondo, que ya tiene bastante más allá de Tesla. Se puede contar que incluso la cifra resultante de la relación $/tasa de carga que el Model 3 de Tesla tenía hace dos años es muy difícil de igual incluso para autos eléctricos más recientes.
“La incorporación de todas las especificaciones y el equilibrio de la comparación es un punto referencial al que se le asigna el nombre de “tasa de carga”, o millas de alcance agregadas por minuto”, según ARK. “Tomando en cuenta los cálculos de $/tasa de carga, la mayoría de los vehículos eléctricos de hoy aún tienen que rodar un largo trecho para igualar al Tesla Model 3 que salía alrededor de 2018. Nuestro análisis indica que ninguno se acerca al Model 3 de este año”.