Lo que sucedió: El pasado viernes, el presidente Trump dio un ultimátum de 90 días a ByteDance para que se deshaga de las operaciones estadounidenses de TikTok, su app para compartir vídeos.
El 6 de agosto, el presidente firmó una orden ejecutiva que prohibía a todas las empresas estadounidenses tener cualquier forma de trato con ByteDance y WeChat. La orden entra en vigor 45 días después de la fecha de su firma.
ByteDance ya está negociando con Microsoft Corporation (NASDAQ:MSFT) para vender sus operaciones de TikTok en Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda.
Al emitir la última orden, Trump aseguró tener pruebas convincentes para creer que ByteDance podría ser una amenaza potencial para la seguridad nacional de los Estados Unidos.
Por qué es importante: La nueva orden también permite a los funcionarios de EE. UU. inspeccionar los libros y sistemas de información de TikTok y ByteDance para asegurarse de que no se comprometa ningún dato personal mientras continúan las negociaciones de venta.
Previamente, las autoridades federales de EE. UU. habían expresado su preocupación de que las agencias de inteligencia chinas pudieran utilizar los datos personales de ciudadanos estadounidenses con TikTok.
Trump había dicho anteriormente que apoyaría la adquisición de las operaciones de TikTok en Estados Unidos por parte de Microsoft, siempre y cuando el gobierno de Estados Unidos reciba una “parte sustancial” del precio.
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Qué pasará después: El 5 de agosto, el fundador de ByteDance dijo que la única forma de que no se prohibiera TikTok en los Estados Unidos era vendiendo sus participaciones a Microsoft.
El mismo día, Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft, declaró que esperaba llegar a un acuerdo con TikTok antes del 15 de septiembre.