Han pasado exactamente dos años desde que Elon Musk, CEO de Tesla Inc (NASDAQ:financiación asegurada” que creó una gran oleada de reacciones negativas contra Musk y la empresa.
), publicara su polémico tuit sobre la “Dos años después, se produce un frenesí de compras en Wall Street en el sector de los vehículos eléctricos que hace que el precio de las acciones de Tesla coticen a un precio más de tres veces superior al precio de adquisición de 420 dólares que Musk no fue capaz de fundamentar en 2018.
Financiación no asegurada: El tuit que originó todo esto se publicó a las 12:48 p.m. del 7 de agosto de 2018: “Estoy valorando privatizar Tesla a 420 dólares. La financiación está asegurada”.
Resulta lógico que ese mismo día el precio de las acciones de Tesla subiera un 14 % a un máximo intradía de 387 dólares antes de cerrar en 379 dólares.
Una semana después, Musk aclaró su misteriosa financiación y aseguró en una publicación de blog que procedía del fondo soberano de Arabia Saudita, propietario del 5 % de Tesla en aquel momento. Musk dijo que salió de una reunión con los representantes saudíes sin “ninguna duda de que era posible cerrar un trato con el fondo soberano saudí”.
El 15 de agosto, la SEC citó a Tesla para obtener más información sobre las declaraciones de Musk. El 27 de septiembre, la SEC interpuso una demanda contra Musk por la que le acusaba de manipular el precio de las acciones de Tesla al hacer declaraciones “falsas y engañosas” en su tuit sobre la “financiación asegurada”.
En aquel momento, el precio de las acciones de Tesla había caído a 264 dólares, aproximadamente un 31,7 % por debajo de su máxima del 7 de agosto.
La batalla de la SEC: Musk negó las acusaciones y llegó a un acuerdo resolutorio con la SEC dos días después. A Musk y Tesla se les impuso una multa de 20 millones de dólares cada uno y Musk aceptó renunciar como presidente de Tesla durante al menos tres años.
El 4 de octubre, Musk arremetió contra la SEC, refiriéndose a ella en Twitter como la “Comisión de enriquecimiento de vendedores en corto”.
Una vez más, Musk se metió en problemas en Twitter el 19 de febrero de 2019, cuando tuiteó que Tesla “fabricaría alrededor de 500.000” vehículos en 2019 antes de corregirse rápidamente y declarar que Tesla produciría “unos 400.000” vehículos.
Posteriormente, la SEC solicitó al juez que supervisó el acuerdo de Musk su detención por desacato por violar los términos del acuerdo, ya que Tesla no aprobó los tuits sobre las estimaciones de producción. Musk negó una vez más haber actuado mal. Sus abogados afirmaron que los tuits contenían información irrelevante para los inversores de Tesla, una explicación que la SEC calificó de “rozar lo ridículo”.
Musk llegó a un segundo acuerdo con la SEC en abril de 2019 en el que el organismo regulador estableció una serie de reglas específicas que definen claramente lo que se considera información “importante para la empresa”. Musk tiene prohibido tuitear sobre cualquier tema que entre dentro de esa categoría sin antes consultarlo con los abogados de Tesla.
Sin embargo, el asesor general de Tesla, Jonathan Chang, dejó la empresa el 19 de diciembre, convirtiéndose en el tercer asesor general que pierde la empresa en el plazo de un año.
Mientras tanto, Musk continúa lanzándole dardos públicamente a la SEC, incluido un tuit que publicó el 2 de julio de 2020.
“SEC, un acrónimo de tres letras en el que la del medio es Elon”, escribió Musk.
¿Bien está lo que bien acaba? Para los inversores de Tesla, ahora que el precio de las acciones de Tesla está cerca de los 1500 dólares por acción, el tuit sobre la “financiación asegurada” no es más que un recuerdo lejano.
Irónicamente, la cotización en bolsa de Tesla es ahora un 111% más alta que la del 1 de mayo de 2020, cuando Musk tuiteó: “El precio de las acciones de Tesla es demasiado alto”.
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Foto de Steve Jurvetson vía Wikimedia.