La fractura inesperada en el consejo del Sabadell (BME:SAB) abre una ventana de riesgo psicológico para el mercado. Que un consejero con ~3,86 % del capital (David Martínez) haya decidido apoyar la OPA del BBVA (BME:BBVA), en contra de la recomendación colectiva del consejo, debilita la defensa corporativa frente a la oferta. Mientras tanto, Sabadell endurece su pulso interno reforzando su atractivo para que los accionistas no acepten la oferta. En paralelo, Repsol (BME:REP) mantiene un pulso geopolítico con EE.UU. para darle valor a su acción, mientras reduce exposición en Venezuela.
Lo que sucedió
El consejo del Banco Sabadell ha vuelto a recomendar rechazar la mejora de la OPA del BBVA, argumentando que la propuesta sigue infravalorando la entidad y generando “destrucción de valor”.
Sin embargo, el consejero David Martínez, que representa alrededor del 3,86 % del capital y ocupa un asiento en el consejo, anunció que sí acudirá a la oferta, rompiendo la unanimidad institucional.
Para reforzar su defensa, Sabadell ha elevado el objetivo de remuneración al accionista a 1.450 millones de euros para 2025 (antes previstos 1.300 millones de euros) y ha adelantado un dividendo extraordinario adicional.
Simultáneamente, la entidad mantiene como estrategia la venta de su filial británica TSB, con la promesa de un dividendo complementario para retener accionistas que no acepten la OPA.
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Por qué es importante
Esa escisión interna puede cambiar el calibre de la batalla: si incluso un consejero con peso decide aceptar, ello podría generar un efecto dominó entre accionistas reticentes. La falta de unidad en el frente opositor debilita la narrativa de defensa colectiva frente a la OPA.
Además, Sabadell ya no solo defiende con argumento técnico, sino con incentivos concretos: elevación de dividendos, recompra de acciones o reparto extraordinario, buscando que el “valor de quedarse” supere la tentación del canje inmediato. Esto recalibra la decisión del accionista entre aceptar ahora o apostar por una contraoferta futura más agresiva.
En cuanto a Repsol, al desprenderse de parte de su exposición en Venezuela (de 504 a 330 millones de euros) y mantener negociaciones con la Administración de EE.UU. para liberar sus activos locales, busca reducir el riesgo-país que pesa sobre su acción.
Si las conversaciones avanzan positivamente, el mercado podría reevaluar el perfil de riesgo de Repsol con fuerza; pero un retroceso o endurecimiento de sanciones lo hundiría con rapidez.
La combinación de fractura en Sabadell y negociaciones delicadas en Repsol pinta un escenario de alta volatilidad para estos títulos del Ibex 35.
Imagen: ColorMaker / Shutterstock.com
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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