Iberdrola (BME:IBE) se presentó en Londres con un mensaje claro: quiere acelerar su papel protagonista en la transición energética. En su Capital Markets Day, la eléctrica anunció un plan estratégico con inversiones de 58.000 millones de euros hasta 2028, acompañado de un compromiso firme con los accionistas: repartir 20.000 millones de euros en dividendos en ese mismo periodo. El mercado reaccionó con optimismo, reforzando la confianza en la compañía.
El plan pivota sobre dos ejes principales: el desarrollo de nuevas capacidades renovables y la consolidación de su red regulada. Según la compañía, ya tiene en construcción buena parte de los proyectos que marcarán el rumbo hasta 2028, lo que le aporta visibilidad en la ejecución y en la generación de retornos. Esta seguridad operativa se convierte en un atractivo añadido para los inversores que buscan certidumbre en un sector volátil.
Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más influyentes, no tardó en mostrar su entusiasmo. Otorgó a Iberdrola una recomendación de “compra” y fijó un precio objetivo de 19 euros por acción, lo que implica un potencial de revalorización superior al 20 %. Para ponerlo en perspectiva: alcanzar esa meta elevaría la capitalización bursátil de la empresa por encima de los 125.000 millones de euros.
El informe de Goldman va más allá y subraya que, si se materializa el crecimiento esperado en consumo eléctrico y en renovables, Iberdrola podría superar con holgura su previsión de beneficio neto de 7.600 millones en 2028. En otras palabras, el plan no solo refuerza su posición actual, sino que abre la puerta a un escenario de crecimiento orgánico sostenido en los próximos años.
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Por qué es importante
El entusiasmo no es exclusivo de Goldman Sachs. ODDO BHF también apuesta fuerte por Iberdrola, con un precio objetivo de 18,70 euros por acción y una recomendación de “compra”. UBS, Jefferies y Alantra se suman a este grupo, fijando precios entre 17 y 18,40 euros. Estas valoraciones transmiten un mensaje: el mercado confía en que Iberdrola tiene capacidad de generar valor pese a un entorno de elevada competencia y volatilidad energética.
No obstante, no todas las voces suenan en la misma frecuencia. Mediobanca y JPMorgan mantienen posturas más cautas con recomendaciones “neutrales” y precios en torno a 15 euros. La crítica recurrente: el plan no introduce grandes innovaciones, sino que profundiza en líneas ya conocidas. Es un recordatorio de que, aunque el guion sea sólido, siempre hay espacio para la sorpresa… y para la duda de si bastará con consolidar lo existente.
Renta 4 ofrece un enfoque intermedio: reconoce la disciplina financiera de Iberdrola y su capacidad de mantener dividendos crecientes, pero mantiene su recomendación de “mantener”. El consenso general, recopilado por Reuters, sitúa el precio objetivo medio en 16,65 euros, un 5,9 % por encima del último cierre, lo que refleja una expectativa positiva pero menos ambiciosa que la de los analistas más optimistas. Al final, el mercado parece debatirse entre ver a Iberdrola como una apuesta defensiva o como un cohete en plena cuenta atrás.
Imagen creada con Inteligencia Artificial
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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