El Banco Santander (BME:SAN) está a las puertas de un momento decisivo. La entidad financiera se encuentra desafiando la resistencia de los 7,1950 euros, el nivel más alto jamás alcanzado por sus acciones. Este punto marca la parte superior de la banda lateral en la que el valor ha oscilado durante las últimas seis semanas. Si consigue superarlo, el banco podría entrar en lo que los analistas llaman “subida libre”, con el camino despejado hasta los 8 euros.
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Lo que sucedió
El Banco Santander lleva semanas consolidando posiciones dentro de un rango lateral, pero ahora se sitúa justo en la zona alta de ese canal. El precio de 7,1950 euros no es solo una cifra: es un muro psicológico que ha frenado las aspiraciones alcistas en el pasado. Romperlo abriría un nuevo escenario para el valor.
El banco presenta una tendencia principal claramente alcista, apuntalada por fuertes niveles de acumulación. Esto significa que muchos inversores están apostando por el valor a largo plazo, lo que refuerza la confianza en el movimiento ascendente. Mientras Santander se mantenga por encima de los 6,87 euros, el suelo de la banda lateral, su estructura técnica sigue siendo sólida.
El aspecto técnico del valor se presenta como uno de los más atractivos dentro del IBEX 35. La cercanía a máximos históricos y la solidez de su tendencia convierten a Santander en un foco de atención para muchos inversores que buscan estabilidad dentro del mercado español.
Si el banco consigue consolidar por encima de la resistencia, los analistas técnicos creen que las subidas podrían extenderse hasta los 8 euros, un nivel que se presenta como el siguiente objetivo natural en este posible nuevo tramo alcista.
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Por qué es importante
En la apertura de este jueves, las acciones de Banco Santander cotizaban a 7,1 euros, con una ligera caída del 0,34 % respecto al día anterior y un volumen de negociación de más de 774 000 títulos. Este pequeño retroceso no empaña la importancia del momento: el valor está enfrentando su techo histórico tras una racha reciente de mayor volatilidad.
En los últimos 10 días, Santander ha vivido más sesiones de caída que de subida, seis bajadas frente a cuatro alzas, lo que sugiere que no todo es viento a favor. La presión vendedora aún se deja sentir, reflejando cierta cautela entre los inversores. ¿Será esta vez la buena para romper definitivamente la resistencia?
A pesar de estas oscilaciones, el valor ha mostrado en la última semana una volatilidad del 19,89 %, bastante inferior a su media anual del 32,10 %. Esto indica que, al menos a corto plazo, la acción se está comportando con mayor estabilidad. Además, el banco sigue mostrando fortaleza fundamental, con un beneficio bruto de 50 800 millones de euros y una ganancia neta de 12 570 millones. Un detalle a considerar: el dividendo estimado es del 0,0319 %, algo modesto, pero suficiente para seguir atrayendo perfiles inversores que buscan rentabilidad recurrente.
Imagen cortesía de Banco Santander
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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