Las acciones de Xiaomi (HKG:1810) brillaron con fuerza en la Bolsa de Hong Kong el pasado viernes. La compañía tecnológica alcanzó su precio más alto desde su debut en 2018, impulsada por el gran recibimiento de su nuevo SUV eléctrico, el YU7. En un mercado donde la competencia es feroz y las expectativas son altas, Xiaomi parece haber encontrado la fórmula para acelerar en un nuevo terreno.
Lo que sucedió
Las acciones de Xiaomi arrancaron la jornada con una subida del 8 %, alcanzando los 61 dólares hongkoneses por título (aproximadamente 7,7 dólares o 6,6 euros). Este nivel no solo superó su anterior máximo histórico, sino que consolidó una tendencia alcista que la compañía venía experimentando en las últimas semanas.
El detonante de este impulso fue el lanzamiento comercial del YU7, su nuevo todocaminos eléctrico. Xiaomi sorprendió al mercado al anunciar que, en apenas una hora desde su lanzamiento oficial en China, el modelo recibió más de 289.000 reservas, una cifra que refleja un fuerte interés de los consumidores.
El precio de salida del YU7 se fijó en 253 500 yuanes (35 358 dólares, 30 188 euros), lo que lo posiciona como una opción competitiva dentro del segmento de vehículos eléctricos en China, actualmente dominado por gigantes como BYD y Tesla.
Con este movimiento, Xiaomi continúa expandiendo su presencia en el sector automotriz, una apuesta que comenzó con el exitoso debut de su sedán eléctrico SU7, del que ya ha vendido más de 250 000 unidades hasta mayo. La empresa espera que su división de vehículos sea rentable antes de que termine el año.
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Por qué es importante
El éxito inicial del YU7 no solo confirma la fuerte demanda por los nuevos vehículos eléctricos de Xiaomi, sino que también alimenta la narrativa de su transformación. En un mercado donde sus móviles ya estaban maduros, la compañía ha logrado abrir una nueva vía de crecimiento que entusiasma a inversores y consumidores por igual.
El caso de Xiaomi recuerda que la diversificación puede ser arriesgada, pero también tremendamente rentable cuando se ejecuta con precisión. La confianza que ha despertado su incursión en la automoción contrasta con otras grandes alianzas industriales que no siempre terminan bien. Basta con mirar a Renault, que recientemente anunció pérdidas millonarias tras desvincular sus resultados de Nissan, reflejando lo delicado que puede ser este tipo de movimientos estratégicos.
A medida que Xiaomi pisa el acelerador en este nuevo sector, la pregunta que queda en el aire es si podrá mantener el ritmo en un mercado tan dinámico y competitivo como el de los coches eléctricos. Por ahora, los datos iniciales invitan al optimismo, pero la carrera acaba de empezar.
Xiaomi | Imagen cortesía: Alan Sau / Shutterstock.com
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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