Telefónica (BME:TEF) vuelve a hacerse oír en el parqué: su acción ha subido más de un 8 % desde mediados de mayo, en un impulso que la lleva a marcar máximos no vistos desde antes de la pandemia. Los inversores parecen pasar por alto los tropiezos recientes en sus resultados para centrarse en el potencial técnico que muchos analistas empiezan a señalar.
Lo que sucedió
Telefónica se apunta un renacer bursátil en la segunda mitad de mayo. Desde el 15 de este mes, sus acciones han subido un 8,1 %, en una racha casi perfecta: nueve sesiones consecutivas de avances, con solo una jornada negativa. Esta tendencia al alza le ha permitido acumular un 18,5 % en lo que va de año.
La acción cotiza actualmente en torno a los 4,7 euros, una cifra que no alcanzaba desde febrero de 2020. El dato no es solo simbólico: implica que ha recuperado niveles previos al estallido de la pandemia, un punto de inflexión importante para el ánimo inversor.
Según el analista José Antonio González, la evolución técnica de la compañía refuerza el optimismo. Basado en un patrón lateral de consolidación, estima que la proyección mínima de subida podría situarse en los 5,415 euros. Eso supondría un margen de crecimiento adicional del 15,10 %.
En el plano financiero, Telefónica presentó el 14 de mayo un beneficio neto de 427 millones de euros en operaciones continuadas en el primer trimestre, un 26 % menos que en el mismo periodo del año anterior. Si se incluyen pérdidas extraordinarias por ventas en Argentina y Perú, el resultado se torna negativo: -1304 millones de euros.
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Por qué es importante
El mercado parece haber acogido con calma los resultados trimestrales, centrándose más en las perspectivas de revalorización técnica que en las cifras pasadas. Este miércoles 28 de mayo, las acciones de Telefónica se negocian a 4,68 euros, tras avanzar un 0,54 % respecto al día anterior, en línea con esa narrativa alcista.
La tendencia positiva de las últimas diez sesiones (seis alzas, un descenso y tres días de estabilidad) ha contribuido a reforzar la percepción de estabilidad a corto plazo. A pesar de una volatilidad anual del 17,78 %, en la última semana el movimiento ha sido mucho más contenido: 3,89 %. Esto sugiere una menor tensión en la cotización, algo que no siempre es fácil de ver en una empresa con tanta exposición internacional.
Los datos financieros siguen mostrando claroscuros. El beneficio bruto, casi 28 760 millones de euros, habla de una capacidad sólida para generar ingresos. Sin embargo, el beneficio neto permanece en negativo (-49 millones), en parte por las operaciones extraordinarias. El dividendo estimado del 0,0651 % es modesto, pero indica que Telefónica sigue en el radar de quienes buscan rentabilidad por acción, aunque sin promesas deslumbrantes.
Foto: cortesía de greenbutterfly en Shutterstock
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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