Banco Santander (BME:SAN) (NYSE:SAN) ha dado la campanada en el mercado financiero con unos resultados trimestrales muy por encima de lo previsto. En los tres primeros meses de 2025, el grupo bancario obtuvo un beneficio neto de 3.402 millones de euros, lo que supone un incremento del 19% respecto al mismo periodo del año anterior. La cifra no solo supera ampliamente los 3.160 millones estimados por los analistas, sino que viene acompañada de una batería de buenas noticias: confirmación de objetivos anuales y un aumento significativo del dividendo para sus accionistas.
Claves del trimestre: España y EE. UU. tiran del beneficio
Entre enero y marzo de 2025, Santander alcanzó ese beneficio neto de 3.402 millones gracias, en gran parte, a la diversificación de sus fuentes de ingreso. Aunque el margen de intereses neto cayó un 5%, hasta los 11.378 millones de euros, los ingresos totales aumentaron un 1% interanual. ¿Qué lo explica? Su capacidad para compensar la presión en márgenes con crecimiento en mercados clave.
En España, el banco logró un aumento del 49% en su beneficio neto, apoyado en el buen rendimiento del negocio minorista. En Estados Unidos, el crecimiento fue igualmente del 49%, impulsado por la división digital de préstamos al consumo. México fue la nota negativa: el beneficio allí retrocedió un 4,2% debido a la depreciación del peso y las tensiones comerciales.
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Más eficiencia y solidez financiera en el horizonte
La rentabilidad sobre el capital tangible (RoTE) alcanzó el 15,7%, ligeramente por encima del 15,5% registrado al cierre de 2024. Además, el banco mejoró su ratio de eficiencia, situándola en el 41,8% frente al 45,1% previo, una señal clara de que está conteniendo mejor sus costes. La ratio CET1 fully loaded — un indicador clave de solvencia — se mantuvo estable en el 13%, lo que permite a la entidad seguir fortaleciendo su balance sin renunciar a recompensar al accionista.
Como parte de esa política de retribución, Santander ha anunciado un incremento del 19% en el dividendo correspondiente a los resultados de 2024, alcanzando los 0,21 euros por acción, de los cuales 0,11 euros corresponden al dividendo complementario. Además, el banco ha puesto en marcha un nuevo programa de recompra de acciones por unos 3.100 millones de euros.
Objetivos ambiciosos, pero alcanzables
Más allá de los resultados concretos, lo que hace relevante este primer trimestre es el mensaje de confianza que lanza el banco: mantiene sus objetivos anuales intactos. Santander apunta a un RoTE superior al 16,5%, una ratio de eficiencia por debajo del 44% y unos ingresos cercanos a los 62.000 millones de euros. En un entorno económico todavía incierto, estas metas pueden parecer elevadas, pero el rendimiento del primer trimestre indica que no son descabelladas.
El aumento del dividendo y la mejora en eficiencia reflejan una gestión eficaz y estratégica. En paralelo, la rentabilidad en mercados clave como España y EE. UU. sugiere que el modelo de negocio sigue funcionando. Y con un reparto al accionista que ya alcanza los 3.100 millones de euros, Santander logra equilibrar crecimiento, rentabilidad y estabilidad, reforzando su papel como uno de los pilares del IBEX 35 y como referente entre los grandes bancos europeos.
Imagen creada con Inteligencia Artificial
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