Los mercados globales han arrancado la semana con un fuerte repunte de volatilidad, en un lunes en el que gran parte de las Bolsas europeas, incluida la española, permanecen cerradas por festivo. Las tensiones geopolíticas, la presión sobre la Reserva Federal de EE.UU. y la renovada incertidumbre arancelaria disparan las alarmas entre los inversores. Mientras los futuros de Wall Street anticipan fuertes caídas, los mercados asiáticos han registrado un cierre mayoritariamente negativo. El dólar se debilita, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años sube y el oro toca nuevos máximos históricos.
Lo que sucedió
El lunes, las principales Bolsas europeas, incluida la española, permanecen cerradas por el Lunes de Pascua, en un contexto global marcado por una creciente incertidumbre financiera. En ausencia de actividad en Europa, el foco se trasladó a los mercados estadounidenses y asiáticos, donde el sentimiento inversor se mostró claramente pesimista. Los futuros de Wall Street cayeron más de un 1 %, anticipando una sesión de pérdidas para el S&P 500, el Dow Jones y el Nasdaq. Los mercados operaron con bajo volumen debido a los festivos, lo que amplificó la volatilidad.
El epicentro de la preocupación sigue estando en Washington. La presión del expresidente Donald Trump sobre la Reserva Federal y su presidente, Jerome Powell, ha reavivado los temores sobre la independencia del banco central. La posibilidad, aunque legalmente compleja, de que Trump intente destituir a Powell ha añadido una capa extra de nerviosismo. Las declaraciones de sus asesores han sido interpretadas como una amenaza directa a la autonomía de la Fed, factor clave para la confianza en los mercados.
La reacción del mercado no se ha hecho esperar: el dólar ha tocado mínimos de tres años frente al euro, mientras que los bonos del Tesoro estadounidense han sufrido movimientos dispares. La rentabilidad del bono a 10 años se disparó al 4,37 %, reflejando mayores exigencias de rentabilidad ante el aumento del riesgo. En cambio, el rendimiento de los bonos a dos años cayó, ya que los inversores comienzan a descontar posibles recortes de tipos ante la presión política.
El oro, tradicional refugio en tiempos de inestabilidad, ha alcanzado un nuevo máximo histórico por encima de los 3400 dólares la onza, acumulando una revalorización del 25 % en lo que va de año. También han ganado fuerza el yen japonés y el franco suizo, divisas consideradas seguras por los inversores. Mientras tanto, en Asia, los índices han tenido un cierre mixto: ligeras subidas en China, pero una caída del 1,30 % en el Nikkei, afectado por la fortaleza del yen y la incertidumbre económica.
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Por qué es importante
La jornada de inactividad en la Bolsa española coincide con uno de los momentos más delicados del año en los mercados globales. Según Cinco Días, el Ibex 35 cerró la última sesión del jueves con una leve caída del 0,19 %, situándose en los 12 918 puntos, aunque acumula una subida anual del 11,41 %. Sin embargo, el entorno actual de alta volatilidad, tensiones geopolíticas y dudas sobre la política monetaria estadounidense podría impactar negativamente cuando el parqué reabra este martes.
A nivel macroeconómico, los datos también generan inquietud. En Japón, el IPC de marzo subió un 3,6 % interanual y la inflación subyacente alcanzó el 3,2 %, complicando la posición del Banco de Japón justo cuando se intensifican las disputas arancelarias con EE.UU. A su vez, el Banco Popular de China optó por mantener sus tipos de interés en mínimos históricos, en un intento de apuntalar el crecimiento sin recurrir a más estímulos monetarios. Esta decisión refuerza la preferencia de Pekín por estrategias fiscales ante el actual entorno de presión internacional.
Por último, la temporada de resultados empresariales en EE UU añadirá más presión esta semana. Los inversores estarán pendientes de los balances de gigantes como Alphabet (NASDAQ:GOOG) (NASDAQ:GOOGL), Intel (NASDAQ:INTC) y Tesla (NASDAQ:TSLA), que podrían influir decisivamente en el ánimo del mercado. En España, los ojos estarán puestos en las cuentas de Bankinter (BME:BKT) este jueves. En este escenario de elevada sensibilidad, cualquier dato o declaración puede provocar movimientos abruptos en los mercados. La recuperación de la calma dependerá en gran medida de que se restablezca la confianza en las instituciones monetarias y se clarifiquen las políticas económicas clave.
Imagen: Shutterstock
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero.
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