A pesar de los disturbios ocurridos en Capitol Hill, los mercados siguieron su marcha ascendente. Aunque esto puede carecer de sentido, los mercados miran hacia el futuro y están apostando por el “comercio de reflación”.
¿Qué es el comercio de reflación? La reflación es un concepto económico de crecimiento de los precios, estimulado por la política fiscal o monetaria, para frenar los efectos de la deflación durante una recesión.
En el momento en que la victoria presidencial de Joe Biden fue ratificada por el Congreso además del control demócrata de la Cámara y el Senado, los inversores sacaron sus gorros de fiesta porque el partido azul podrá impulsar su agenda sin un estancamiento político.
Las predicciones del mercado son que Joe Biden mantendrá en curso una política monetaria flexible, dejando tasas de interés más bajas durante más tiempo para inducir el crecimiento. Además de esto, se espera que el presidente electo entregue un nuevo paquete de estímulo, una parte significativa del cual podría ir directamente como cheques a los hogares estadounidenses.
Qué activos funcionan en la reflación: Al momento en que se habla de recesión dentro de una economía, el gasto fiscal entra en juego para evitar un hundimiento del avance.
Los sectores cíclicos, como los bancos y la energía, se ven directamente afectados por esto. En el panorama presente, los sectores afectados por la pandemia como restaurantes, aerolíneas, teatros y operadores de cruceros podrán obtener beneficios de la demanda acumulada de los consumidores.
Señales de reflación: Pese a que vemos que las tasas de interés han alcanzado un piso histórico, los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años han aumentado por encima de la marca del 1 % en la última semana. Este incremento se ha marcado en 1,9 puntos básicos hasta el 1,09 % para el momento de la publicación, mientras que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 30 años está en el 1,859 %.
Esta pequeña diferencia entre los rendimientos de los bonos a mediano y largo plazo se traduce en que los inversores están apostando a que los precios de los activos verán incrementos en el corto plazo.
Materias primas Es pronto para decir que la economía volvió a lo que era y, sin embargo, los precios de las materias primas están subiendo. El cobre, que es un conocido barómetro de crecimiento, se acerca a un máximo de ocho años, con un crecimiento de casi el 31 % desde octubre.
Los precios del petróleo también han registrado repuntes de un 44 % desde los mínimos de ese mismo mes. Aunque hace pocos días Arabia Saudita recortó la producción de petróleo crudo en un anuncio inesperado, esto provocó un aumento en el precio del compuesto, los inversores han estado apostando por la materia prima desde noviembre.
Las expectativas de mayor inflación pueden impulsar activos alternativos como Bitcoin, que se cotiza cerca de máximos históricos a medida que el mercado está lleno de liquidez.
El factor vacuna: Aunque varios países han visto aumentos en sus casos de COVID-19, una combinación de implementación de vacunas y política fiscal ha llevado al optimismo de los inversores, lo que ha llevado a la reflación.
Riesgos: Los mercados se enfocan en el futuro y se ha calculado que la pandemia terminará pronto. Aunque, si hay un retraso en la distribución de la vacuna o aumenta la cantidad de infecciones, esta contingencia podría tardar más de lo previsto en terminar. Además, si los gobiernos recortan el gasto fiscal, el escenario optimista no podrá desarrollarse.