GUIYANG, China, 5 de julio de 2023 /PRNewswire/ — Una noticia de Huanqiu.com
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“Si no estoy en el bosque, voy hacia él”. Eso es lo que suele decir Ran Jingcheng. Ran es el presidente de la Academia Forestal de Guizhou.
El hecho de que Ran corra entre distintas reservas naturales de Guizhou le ha valido el apodo de “Running Man”. En respuesta a esto, comentó: “El Hombre Corredor de Guizhou tiene que recorrer cada centímetro de sus bosques”.
Situada en la cuenca alta del río Yangtsé y el río Perla, Guizhou se encuentra en la zona montañosa de la meseta subtropical, con numerosas y continuas montañas. El complicado paisaje de montañas, aguas, bosques, campos, lagos, praderas y las colinas kársticas del sur ha dotado al lugar de una rica biodiversidad.
En cuanto a la protección y utilización de la biodiversidad, Guizhou ha formado una “Muestra de Guizhou” única basada en la exploración constante y el resumen de experiencias. El número de especies de animales salvajes en Guizhou ocupa el tercer lugar a nivel nacional, incluyendo 197 especies (categorías) en la última lista bajo protección clave nacional; además, las especies biológicas identificadas aquí ascienden a 24.547, ocupando el cuarto lugar en China.
Inspirado por esta tierra misteriosa, Ran Jingcheng fue admitido por el Departamento de Vida Silvestre de la Universidad Forestal del Noreste, como él deseaba. Al graduarse, regresó a Guizhou y se embarcó en un viaje romántico entre las montañas.
En Maolan, el área central del Patrimonio Natural Mundial Karst del sur de China, Ran Jingcheng encontró especies fascinantes en la superficie de la tierra, como el paphiopedilum, handeliodendron bodinieri, el panda de plantas – kmeria septentrionalis y otras plantas raras.
Caracterizado por muchos arroyos subterráneos y cuevas, el área kárstica ofrece un interesante mundo subterráneo de vida para Ran, quien descubrió el goniurosaurus liboensis en su primer viaje a las cuevas. Ran también descubrió peces ciegos en el agua y murciélagos en la parte superior de la cueva. Durante la mayor parte del tiempo, durante un año, Ran estuvo en el bosque. Él dijo: “Estos pequeños nunca me tuvieron miedo, y la serpiente incluso durmió en mi vientre.”
La naturaleza no solo tiene maravillas sino también peligros. Durante los varios años de trabajo de campo, Ran también se enfrentó a bestias, como víboras, osos negros y jabalíes. Una vez, una cobra le echó veneno en la cara durante una exploración de campo. Este accidente le provocó una lesión permanente en los ojos y su visión aún es borrosa. Pero el atractivo de la naturaleza misteriosa conduce a Ran siempre por el camino del estudio biológico.
Durante más de tres décadas, ha estado trabajando en los campos. Escaló un tercio de las montañas e investigó varios cientos de cuevas en Guizhou. Además, ha estado en todas las áreas forestales de Guizhou; ya sea en la cima de la montaña Fanjing, la orilla del mar de hierba, el oasis de formas terrestres de Danxia o el desierto de piedra, ha dejado sus huellas allí.
Habiendo visto los paisajes más hermosos, Ran reflexiona sobre cómo los humanos deben lidiar con la naturaleza y da su respuesta: “Los humanos son parte de la naturaleza. Si los humanos pueden vivir en armonía con otros animales y plantas, ¿aún necesitan nuestra protección?”
Durante treinta años, Ran ha estado protegiendo y estudiando la biodiversidad, dedicándose a la convivencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza. Al impartir conferencias, discursos y clases de naturaleza mientras realiza viajes de estudio, ha realizado más de 100 actividades temáticas y ha organizado, compilado y publicado libros relevantes sobre divulgación científica. A través de acciones concretas, espera inspirar a más personas a involucrarse en la causa de la biodiversidad y la protección de la naturaleza. En su opinión, el hombre nunca debería tomar una posición suprema para menospreciar a las especies naturales; en cambio, debemos tratarlos en pie de igualdad.
En el camino de la protección ecológica, Ran dijo: “Parado frente a un árbol de 1000 años, no soy más que un bebé. Para un árbol de 300 años, solo tengo 18 años. Entonces, por supuesto, ¡seguiré corriendo!”
Video – https://www.youtube.com/watch?v=sswiWTAVNH4
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