Gestión profesional del riesgo y dinero

Hacemos un análisis de los aspectos clave necesarios para obtener el éxito sostenible en los mercados de valores

Gestión profesional del riesgo y dinero
12 min de lectura

La consideración más importante que tiene que tener en cuenta un trader para conseguir una inversión sostenible y de éxito es la gestión del riesgo y del dinero. Por ello, antes de empezar debemos aclarar algunas cuestiones en relación al capital del que dispondremos para el trading y al riesgo que asumiremos. En el siguiente artículo, aprenderá los detalles básicos que necesita saber para implementar un riesgo adecuado y la manera en la que gestionar su dinero.

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¿Qué es el riesgo?

Ya sea conduciendo o haciendo ejercicio en casa, las personas estamos expuestas a riesgos todos los días. Sin embargo, mientras que en el peor caso estaremos jugándonos la vida o la muerte en la vida cotidiana, el mayor riesgo en la bolsa de valores es “simplemente” la pérdida de nuestro capital. Para un trader, sin embargo, esto significa, en sentido figurado, el final de su vida de trading. Por lo tanto, la cuestión central para un trader es: ¿Cómo puedo reducir mis riesgos? El trading se caracteriza por 2 tipos de riesgos: sistemáticos y no sistemáticos. El primer tipo incluye, por ejemplo, el riesgo general del mercado, la tasa de interés y los riesgos de la inflación, las noticias económicas y las decisiones políticas. Los participantes del mercado no tienen ninguna influencia sobre estos riesgos. Aunque por otro lado, podrían influir probablemente en los riesgos no sistemáticos. Esto incluye, entre otros, la elección del agente de bolsa, sus habilidades o la gestión de riesgo y dinero que aplique.

Volatilidad

Los mercados no se mueven siempre uniformemente. Hay fases del movimiento que son violentas y que se alternan con períodos de relativa calma. Por lo tanto, para los inversores, tanto a largo plazo como a corto plazo, la volatilidad del valor (rango de fluctuación), es importante. Para calcular la volatilidad, se calcula anualmente el precio medio de una acción y entonces se determina el rango de fluctuación según el valor medio calculado. Cuanto mayor sea la volatilidad, mayor será el riesgo; cuanto menor es la volatilidad, menor será el riesgo. Una buena medida para determinar la volatilidad es el rango medio verdadero (ATR). Como “rango” se mira al intervalo entre el máximo y el mínimo del precio del valor durante un día hábil. Por ejemplo, si el DAX abre a 9.823 puntos, y sube entonces hasta los 9.854 puntos, cayendo de nuevo hasta los 9.794 puntos y al final cierra en los 9.835 puntos, el margen es de 60 puntos (= 9854 – 9794). Con el fin de poder medir el alcance del rango verdadero, se tendrán en cuenta los huecos adicionales de manera que se obtenga el rango de negociación real (rango verdadero). El rango promedio real está formado por el movimiento medio de un valor durante un determinado período de tiempo. Lo común para este fin es usar un rango de 14 días. Las diferencias entre el precio de cierre de ayer y el precio de apertura del día siguiente se deben al hecho de que el valor no se negocia durante la noche, sino por ejemplo a que los eventos de las noticias de interés periodístico o de política económica de la empresa se pueden publicar fuera del horario de negociación. Debido a estas noticias, los participantes del mercado podrían cambiar sus pensamientos sobre el valor y estár dispuestos a pagar mucho más o menos por ellos al día siguiente.

La diversificación y la correlación

La diversificación es una muy buena manera de minimizar el riesgo. La diversificación significa distribuir los activos en diferentes áreas. Por ejemplo (ver imagen 1), se distribuyen según las diferentes clases de activos (acciones, materias primas, divisas …), por regiones (Alemania, Estados Unidos, Asia …) e industrias (sector automovilístico, bancario, sector de la tecnología …). Debido a esta extensión y distribución, el riesgo de la cartera global debería ser más bajo que el de una sola inversión para un mismo rendimiento. Esto significa que podrá compensar las pérdidas de una inversión a través de las ganancias de otra y así reducir el riesgo de su cartera. Con el fin de lograr una distribución lo más amplia posible, no debería haber ninguna, o al menos, muy poca dependencia (correlación) entre las distintas inversiones. La correlación refleja la adherencia entre los 2 valores. La correlación fluctúa entre 2 valores extremos: – 1 y + 1. El -1 tiene una correlación negativa ideal, que significa que los 2 sistemas se comportan completamente de manera opuesta. El + 1 tiene una correlación positiva, lo que significa que los 2 sistemas se comportan exactamente igual. Si la correlación es 0, no hay ninguna correlación entre los 2 valores y por lo tanto sus rendimientos. Cuando se construye una cartera, los rendimientos de los valores no se deben correlacionar positivamente con los demás. El objetivo de la diversificación es reducir el riesgo de los valores mantenidos sin comprometer la expectativa de un retorno.

El efecto del apalancamiento

Cuando tratamos con instrumentos apalancados, es muy importante una buena gestión de riesgos y dinero. Warrants, certificados apalancados, futuros y CFDs tienen una cosa en común: el efecto del apalancamiento. En el caso del trading con productos apalancados, el trader participa de manera desproporcionada en el comportamiento de los precios del activo subyacente. A mayores fluctuaciones del valor en el mercado, y cuanto mayor sea el apalancamiento elegido, mayor es el riesgo de perder parcial o totalmente el capital invertido. En ciertos mercados, es incluso posible perder más que el total del dinero inicial. El apalancamiento se usa para que el trader no tenga que depositar la totalidad del coste de compra del activo subyacente cuando opera con margen, sino sólo una fracción de esa suma como garantía (margen). La fórmula empírica es: El 1% de margen es igual a un apalancamiento de 100 (apalancamiento = 100 / margen (en porcentaje)). Se aconseja a los principiantes empezar con un pequeño apalancamiento y tener el riesgo siempre a la vista.

Gestión de riesgos

El arte de la negociación con éxito se centra en lograr una mezcla equilibrada de riesgo y beneficio. Los operadores pueden controlar su riesgo principalmente eligiendo el precio correcto de entrada, el límite de pérdidas y la salida, así como el tamaño de la posición. Las variables más importantes para el control de riesgos son el tamaño de la posición y el límite de pérdidas. Supongamos que su capital es de 10.000 euros. Ahora debe determinar el riesgo que desea gestionar en su trading. Para los traders a corto plazo y, sobre todo, los que usan tamaños razonables para este tipo de riesgos (operativos) están entre la mitad y el 2%. Además del riesgo del trading, también se debe definir su riesgo máximo de cartera. ¿Qué % de su capital quiere arriesgar al mismo tiempo? Vamos a suponer que establece esta cifra en un 4%. Ello significa que nunca quiere correr un riesgo de más del 4% del total, y nunca tomará más de 4 posiciones a la vez, lo que ocurrirá si configura su trading para un riesgo del 1%. Si lo aplica hasta que una de sus posiciones esté libre de riesgo en su cartera; significará que cuando el trading esté en positivo en esa posición, el límite de pérdidas se podrá situar en el precio de entrada (punto de equilibrio). Si es éste el caso, se podrá introducir una quinta posición. Así se asegurará de que no está tomando más riesgos que antes.

Relación oportunidad/riesgo

Cuando introduce una posición, podrá fijar un precio objetivo, pero por otro lado también podrá fijar las pérdidas. Podrá limitar esta pérdida mediante un límite de pérdidas. La diferencia entre el precio de entrada y el precio objetivo define la probabilidad de tener éxito; la diferencia entre el precio de entrada y el límite de pérdidas su riesgo. La relación entre el precio objetivo (probabilidad) y el límite de pérdidas (riesgo) nos da el ratio oportunidad/riesgo. Una válida ayuda para estimar este ratio se obtiene mediante fórmula del CRV la cual es:
CRV = (precio objetivo – precio de compra) / (precio de compra – Precio del límite de pérdidas)
Por ejemplo, supongamos que usted compra la acción Adidas (Fig. 2) a un precio de entrada de 96 euros, establece su límite de pérdidas en 86 euros, y su precio objetivo en los 116 euros. Al aplicar la fórmula se obtiene el siguiente CRV: 

CRV = (116 € – 96 €) / (96 € – 86 €) = 2:1. 

La regla de oro: Si usted tiene un CRV de al menos 2:1 o mejor 3:1, entre en la posición. Se puede utilizar, por ejemplo, los máximos anteriores o zonas de soporte y resistencia, desde la que el precio ha comenzado su movimiento. Después de alcanzar el precio objetivo, elija el límite de pérdidas de modo que el CRV sea de al menos 2:1.

Situar los límites de forma profesional

Además del CRV, un operador también debe utilizar el ATR para establecer sus límites de pérdidas. Lo cual ilustramos con un ejemplo: Un trader que opera el DAX sigue la regla de cobertura de sus posiciones con un límite de pérdidas de 25 puntos. Sin embargo, el rango de fluctuación promedio, el ATR, es de 80 puntos por día. Con un tope de 25 puntos, el trader debe asumir que lo echarán por las fluctuaciones aleatorias. Por cierto, un ATR de 80 puntos, se corresponde con una fase tranquila de mercado. Si hay un movimiento mayor en los mercados, este valor puede llegar hasta 300. Por lo tanto, los límites de pérdidas deben adaptarse a la volatilidad actual del mercado. El ATR es excelente para la definición de la distancia apropiada (= tamaño del límite de pérdidas). Como orientación se utiliza a menudo un valor de 2 ATRs. Si el ATR es de 80 puntos como en nuestro ejemplo, el límite de pérdidas debe estar a 160 puntos de distancia. De esta manera, se podrán eliminar un gran número de posiciones terminadas al azar. Pero esto no es suficiente: al mismo tiempo, el ATR siempre se podrá considerar como una medida del riesgo actual en el mercado. La alta volatilidad también se traduce en altos riesgos y altas oportunidades, y en el caso de baja volatilidad se invierte la actuación correspondientemente. Los traders deben reaccionar ante este tipo de situaciones mediante el ajuste del tamaño de la posición. A medida que el riesgo aumenta, se reducirá el tamaño de la posición y se utilizará más capital consiguiendo una disminución del riesgo.

Gestión del dinero

La contrapartida de la gestión de riesgos es la gestión del dinero. En primer lugar, la administración del dinero es una cuestión del tipo: “¿cuánto se puede invertir?”. En consecuencia, no se inicia con la venta de los títulos existentes, es decir, su salida, sino en la apertura de las posiciones, a la entrada. En este caso, el objetivo es determinar el tamaño de la posición, el óptimo. Para calcular el tamaño de la posición óptima, establezca el riesgo por operación; es decir, como ya se ha mencionado antes, esta cantidad no debe representar más del 2% de su cartera. A continuación, se determina el precio al que usted entra en el mercado y al precio al cual se colocará el límite de pérdidas. A continuación, divida la cantidad que quiere arriesgar entre la diferencia de la entrada y el límite de pérdidas. El número resultante de partes es el tamaño de su posición óptima. Ya que estos números no siempre son redondos, el trader defensivo lo redondea a la baja mientras que el agresivo lo sube.  La fórmula para calcular la posición es la siguiente: 

Cantidad = Riesgo por posición en Euros / (precio de entrada en Euro – precio del límite de pérdidas en euros)

Veamos un ejemplo. Un trader tiene 10.000 euros de capital disponible. Su regla es que no quiere perder más del 2% de su capital por posición, es decir, 200 euros. Ahora el trader quiere comprar la acción A, que cotiza a 100 euros. El tamaño de la posición óptima, sin tener en cuenta las tasas, es el siguiente:
Capital: de 10.000 euros. Riesgo por posición: 2%. Riesgo en euros: 200 euros. Precio de entrada: 100 euros. Límite de pérdidas: 96 euros. Riesgo por acción: 4 euros. Tamaño óptimo de la posición: 50 acciones. Cantidad = 200 euros / (100 euros – 96 euros) = 50.

Determinación del tamaño de la posición usando el ATR

En lugar de la regla que usa los porcentajes que hemos mencionado antes, también existe la posibilidad de tener en cuenta la volatilidad actual del mercado, es decir, el riesgo general. En este caso, el operador determina sus límites de pérdidas  en base a la volatilidad prevaleciente. Para este fin, como ya se ha mencionado, 2 ATRs es la distancia adecuada como un límite de pérdidas inicial. Vamos a echar un vistazo a nuestro ejemplo:
Capital: de 10.000 euros. Riesgo por posición: 2%. Riesgo en euros: 200 euros. Precios de entrada: 100 euros. ATR: 3 euros. Riesgo por acción: 6 euros. Tamaño de la posición óptima: 33 acciones. Cantidad = 200 euros / (100 euros – 94 euros) = 33
Se ve que en este caso, que nuestro trader se está adaptándose a la volatilidad de la acción y tomando un riesgo mayor, por lo que no dejamos que actúe el azar. Por lo tanto, sólo puede comprar 33 acciones en lugar de 50 acciones. Si el precio se viene contra sus expectativas y cae a 94 euros, saldrá de la posición y perderá 200 euros. Cuanto más largo sea el horizonte de inversión, mayor es la volatilidad y el riesgo (Figura 3). Por lo tanto, siempre deberá ajustar su gestión de riesgos y dinero a la volatilidad.

Conclusión

Dependiendo del rango temporal de la inversión, su gestión de riesgos, su mentalidad y su capital de inversión, el trader tendrá varias opciones para determinar el tamaño de su posición y por lo tanto para controlar su riesgo. Sin embargo, siempre hay que seguir una buena gestión de riesgos y del dinero. En el más simple de los casos se debe cumplir con la siguiente tarea: proteger y aumentar de forma permanente el capital del trader.