El ETF SPDR S&P 500 Trust (NYSE:SPY) estuvo candente el año pasado, y las acciones de energía alternativa estuvieron entre las que mejor desempeño registraron. Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research, señaló el jueves que los inversores no deberían apresurarse a descartar el petróleo, y que hay evidencias que sugieren que los precios del crudo pueden ver mayores avances a corto plazo que los precios que tienen las acciones en este momento.
No descartes los combustibles fósiles: En el boletín diario DataTrek, el ejecutivo aseguró no ser escéptico sobre la oportunidad de crecimiento a largo plazo que pueden presentar las energías alternativas, pero al mismo tiempo, dijo que los inversores deben comprender el importante papel que desempeñarán los combustibles fósiles en la recuperación económica mundial en 2021 y 2022.
“Entendemos totalmente que el mundo se está moviendo hacia la descarbonización, pero seguimos siendo escépticos sobre el hecho de que sucederá rápidamente”, comentó Colas.
De hecho, señaló que la Agencia de Información Energética (AIE) de Estados Unidos prevé que la producción y el consumo de combustible líquido volverán a los niveles previos a la pandemia en los próximos 18 meses.
Asimismo, los precios del crudo WTI se negociaron con un avance de casi un 200% en el año pasado a más de 59 dólares por barril, pero Colas expresó que el crudo todavía parece barato en relación con el S&P 500.
Los números: Si observamos un gráfico a largo plazo de la relación entre el S&P 500 y el petróleo crudo desde 1970 sugiere que los picos anteriores de 80 veces el ratio, en 1999 y 2020, fueron excelentes oportunidades para ir en largo con el petróleo y en corto con las acciones. Los períodos anteriores con registros por debajo de 15 veces el ratio a finales de la década de 1970, principios de la década de 1980 y los períodos 2010-2011, se consideraron momentos óptimos para ir en corto con el petróleo y en largo con las acciones.
Hoy en día, la relación S&P 500/petróleo es de 64 veces, aún 2 desviaciones estándar por encima de su nivel promedio de 2010 a 2019. El ratio elevado implica que a corto plazo hay una mayor subida de los precios del petróleo que de los precios de las acciones, según señala Colas.
“Incluso si se asume que la década de 2020 sea una ‘nueva normalidad’ para los precios del crudo y que la relación promedio haya aumentado 1 desviación estándar completa, un ratio sostenible aún sería de 46 veces (anterior media 30, anterior desviación estándar 16)”, declaró Colas.
Incluso esa conservadora valoración de “nueva normalidad”, con una relación S&P 500/petróleo de 46 veces, implica un precio objetivo del petróleo crudo a corto plazo de 87 dólares el barril, casi un 40% de alza con respecto a su precio actual.
El empresario destacó que el potencial alcista del precio del petróleo también indica un alza para las acciones de energía.
La opinión de Benzinga: En lo que va de año, la predicción de Colas sobre el rendimiento superior de las acciones de energía ha estado acertada. El fondo Energy Select Sector SPDR (NYSE:XLE) ha registrado un alza del 30,2% en comparación con solo un 6,6% de ganancia para el S&P 500 en ese periodo.