La crisis que ha originado la invasión rusa de Ucrania ha provocado un aumento en los precios de los materiales que se utilizan para fabricar las baterías de los vehículos eléctricos (VE), que representan la mayor parte del coste de estos coches ecológicos.
Los fabricantes de VE se enfrentan a la inflación de los costes de los insumos y muchos de ellos están decidiendo trasladar la presión a los consumidores subiendo los precios de los automóviles.
Un analista de Morgan Stanley ha analizado cómo está evolucionando la situación en China, un país en el que tienen presencia los principales fabricantes de baterías.
El sector de los coches eléctricos seguirá bajo presión
Los costes de producción de las baterías están aumentando considerablemente, especialmente en el caso del carbonato de litio, cuyo coste se ha multiplicado por cinco con respecto al año pasado, según señala el analista Adam Jonas en una nota.
El precio al contado del carbonato de litio ha subido de los 100.000 yuanes (15.700 dólares) por tonelada de hace un año hasta 500.000 yuanes por tonelada, de acuerdo con el analista. Y lo que desconcierta aún más es que no se espera que la situación mejore a corto plazo, explica.
“En el horizonte podrían vislumbrarse márgenes más bajos y/o la destrucción de la demanda”, afirma Jonas.
La mayoría de los fabricantes de baterías compran carbonato de litio a precio spot y la mayoría de ellos no tienen contratos a largo plazo, dijo el analista. Los fabricantes de baterías tendrán que hacer frente a la inflación subiendo los precios en un 25%, tal y como explica, citando al equipo de baterías de China de Morgan Stanley.
A su vez, esto llevará a los fabricantes de equipos originales (OEN) a elevar los precios hasta en un 15%, asegura Jonas.
Fabricantes de baterías más grandes, como CATL, tienen la posibilidad de negociar descuentos, y esto, junto con el carbonato de litio que tienen almacenado, podría mantener los precios temporalmente por debajo de los 500.000 dólares por tonelada, afirma Jonas.
La subida de los precios del carbonato de litio también ha servido para erosionar la ventaja de coste que tienen las baterías de fosfato de hierro y litio sobre las baterías de NMC (níquel-cobalto-manganeso), según el analista.
Implicaciones para el futuro
Si la demanda de VE se mantiene fuerte, la oferta de carbonato de litio seguirá siendo muy limitada y es posible que su precio no varíe este año, afirma Jonas, que añade que aumentar la oferta del material es una tarea que requiere varios años.
“Las negociaciones entre los fabricantes de celdas de batería, los proveedores de materiales y los fabricantes de equipos originales determinarán cómo quedará repartida la presión inflacionaria de los costes”, opina el analista.
A más largo plazo, el analista prevé que habrá cambios importantes en la tecnología/innovación de las baterías, la reducción masiva y el perfil geográfico de la cadena de suministro para hacer frente a la volatilidad de los materiales, así como para garantizar la sostenibilidad y la seguridad de la cadena de suministro.
El gigante de los VE, Tesla, Inc. (NASDAQ:TSLA), está relativamente mejor posicionado para abordar los significantes desafíos de la cadena de suministro, de acuerdo con Jonas. Esto se debe a la integración vertical y la escala de la empresa, según el analista.
Foto cortesía de Tesla.
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