Hace tan solo algunas semanas, el panorama macroeconómico europeo era bien distinto al de hoy. Nadie podía esperar que los países de la Eurozona tendrían que hacer frente a una posible situación de estancamiento económico. Si bien es cierto que desde hacía meses la inflación había supuesto un problema para la economía, que poco a poco se recuperaba de la crisis provocada por la Covid-19 a nivel mundial, esta no era tan alarmante como para temer la llegada de un escenario de hiperinflación. Sin embargo, la guerra en curso en Ucrania ha cambiado la situación.
Ahora, la incertidumbre es tan creciente como la inflación, y son muchos los que se preguntan si este aumento de los precios será algo meramente transitorio o si ha llegado para quedarse más tiempo del que nos gustaría.
¿Hablamos de inflación transitoria o persistente?
Las sanciones económicas que Occidente ha impuesto a Rusia y la rápida y pronunciada subida de los precios de productos y materias primas como la gasolina o el trigo, están llevando a algunos analistas a advertir acerca de un potencial estancamiento económico en Europa. Así lo muestra una encuesta reciente de El Economista, donde el 58% de los analistas encuestados contempla un escenario de ‘estanflación’ en la Eurozona para este 2022. Además, prevén que el crecimiento económico se frenará, e incluso hablan de un posible estancamiento en el PIB en los próximos meses.
Según ha afirmado el economista español Juan Ramón Rallo en una entrevista para Benzinga España, una de las causas de la inflación que estamos experimentando actualmente “es el exceso de gasto agregado, fruto de políticas monetarias y fiscales excesivamente expansivas, que han provocado la aparición de cuellos de botella en diversos inputs (por una oferta insuficientemente elástica respecto al incremento del gasto agregado)”.
Tal y como señala Rallo, “ese exceso de gasto agregado podría ser algo transitorio si a lo largo de 2022 o 2023 la política monetaria y fiscal se normaliza”, retirando o no renovando los estímulos previos. En cambio, si no se adoptan esas medidas, el economista cree que “corremos el riesgo de que al menos una parte del exceso de inflación sí se quede con nosotros”, aunque vuelve a resaltar que ello ocurriría si no se aplicaran políticas fiscales y monetarias lo suficientemente contractivas como para corregir el exceso de inflación.
En cualquier caso, lo que parece claro es que la evolución de la inflación irá en gran medida ligada al desarrollo del conflicto entre Rusia y Ucrania, y dependerá de lo que suceda en el incierto futuro que se avecina.
La guerra de Ucrania, “un test de fuego” para las criptomonedas
Cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania, la reacción instintiva en el mercado de las criptomonedas fue iniciar un camino a la baja. Aunque se trata de activos muy volátiles, las monedas digitales pueden ofrecer algunas ventajas incluso en situaciones complejas como esta. De hecho, en este conflicto están utilizándose de distintas maneras: tanto para financiar a Ucrania en forma de donaciones, como para proteger los ahorros de sus ciudadanos.
Tal y como señala Rallo, “la guerra en Ucrania será un test de fuego para aquellos activos que pretendan devenir nuevas formas de dinero digital privado”.
Por un lado, Rallo cree que las criptomonedas “deberán demostrar hasta qué punto pueden proporcionar una utilidad real a los ciudadanos que se vean más directamente afectados por la guerra” (tanto los de Ucrania, como los de Rusia), a la hora de proteger su patrimonio.
Por otro, considera que también deberán demostrar al resto de los inversores “que son capaces de mantener su valor de mercado en momentos de alta incertidumbre”.
“Si no llegaran a conseguir ni lo uno ni lo otro, desde luego será un duro revés para la credibilidad de aquellas criptomonedas que no lo logren”, ha opinado, añadiendo que aquellas que por lo contrario sí lo consigan, verán cómo su estatus de nuevo activo de inversión quedará reforzado.
Haz clic en el vídeo sobre la opinión de Juan Manuel Rallo acerca del papel de las criptomonedas en la guerra de Ucrania.
Perspectivas para las bolsas occidentales
En cuanto a los mercados occidentales, lo más evidente parece ser que actúen en función del curso de la guerra y de las sanciones adoptadas. Si dichas sanciones se levantaran a corto plazo, Rallo cree que lo lógico sería que asistiéramos “a una fuerte subida generalizada” de las bolsas.
Sin embargo, si la guerra o las sanciones económicas se llegaran a enquistar, el economista señala que los efectos negativos sobre las bolsas irían más allá de las consecuencias de la ruptura comercial entre Occidente y Rusia, o incluso del propio encarecimiento del coste energético. “Una energía más cara significará una inflación más desbocada y la necesidad de aplicar una política monetaria y fiscal mucho más restrictiva, lo cual dañaría adicionalmente el crecimiento económico”, advierte.
Accede aquí a más información sobre cómo hacer trading de opciones ante los acontecimientos actuales y lee más noticias sobre el mercado de valores y las criptomonedas.
Imagen de Pixabay