Durante más de un año, la Reserva Federal de Estados Unidos ha asegurado a los inversores que las presiones inflacionarias posteriores a la pandemia de la Covid-19 eran transitorias. Sin embargo, Joseph Brusuelas, economista jefe de RSM US LLP, señaló el martes que la invasión rusa de Ucrania podría haber asegurado a los inversores que la inflación ha llegado para quedarse al menos durante los próximos años.
Inflación típica
Brusuelas ha expresado que la inflación es típica en tiempos de guerra y conflicto económico.
“Lo más probable es que hayamos llegado a un punto de inflexión en el que la alta inflación definirá la narrativa económica durante varios años. Eso podría requerir tasas de interés mucho más altas que las observadas en los últimos años y disminuirá la probabilidad de que los bancos centrales logren un aterrizaje suave de la economía”, escribía Brusuelas.
Aumento del riesgo de recesión
De hecho, Brusuelas predice que la próxima ronda de cifras económicas de las próximas semanas podría aumentar significativamente la probabilidad de una recesión en EE.UU.
“La combinación de la confluencia única de factores que se dieron durante la pandemia y la actual interrupción del flujo de petróleo seguramente desencadenarán un período de inflación como nunca antes se había visto desde la década de los 70”, ha comentado.
Brusuelas ha añadido que existe una posibilidad real de que la inflación de EE.UU. supere el 10% en 2022. La buena noticia para los estadounidenses es que la economía del país ahora depende mucho menos del petróleo extranjero que en la década de los 70. En el lado negativo, la subida de los precios de la energía a nivel mundial sin duda tendrá un impacto negativo en el gasto discrecional de los consumidores y los costes más altos de los insumos presionarán a las empresas para que suban los precios a sus clientes.
La opinión de Benzinga
El SPDR S&P 500 ETF Trust (NYSE:SPY) cotizó al alza durante la segunda mitad de 2021, cuando la inflación empezó a aumentar, y cotizó al alza durante el último ciclo de subidas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal desde 2016 hasta 2019. Sin embargo, para el mercado podría ser extremadamente difícil recuperarse cuando las ganancias corporativas se ven reducidas tanto por la inflación como por la subida de las tasas de interés al mismo tiempo.
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