A lo largo de tu camino de inversión, es posible que te encuentres con varias oportunidades de inversión o el deseo de invertir en algo no convencional.
No estoy hablando de acciones y bonos públicos que todos pueden comprar. Me refiero a las “inversiones alternativas”.
¿Qué son las inversiones alternativas?
Las inversiones alternativas se refieren a activos que son distintos de las inversiones tradicionales como acciones, bonos y efectivo.
Algunos ejemplos:
- Capital privado: inversiones en empresas que aún no han salido a bolsa o en la compra de empresas públicas.
- Fideicomisos de inversión inmobiliaria privados (REIT no cotizados): inversiones en propiedades residenciales o comerciales que no están disponibles en los mercados públicos.
- Fondos de cobertura: reúnen capital de inversores acreditados o institucionales y luego utilizan una variedad de estrategias, como la venta en corto y el apalancamiento, con el objetivo de generar altos rendimientos.
Beneficios de poseer inversiones alternativas
- Mayores rendimientos: obtienes acceso a empresas u oportunidades no cotizadas en la bolsa que pueden estar en sus etapas iniciales, lo que a veces conduce a mayores rendimientos en comparación con el índice S&P 500. Imagina si pudieras invertir en Uber o eBay en las primeras etapas. Una vez que estas acciones eventualmente salieron a bolsa, los inversores tempranos fueron recompensados con rendimientos masivos.
- Diversificación: si la mayoría de tu patrimonio neto se asigna a inversiones tradicionales, puedes diversificar aún más tu cartera poniendo tu dinero en inversiones alternativas.
- Generar ingresos: invertir en REIT privados no solo proporciona diversificación a tu cartera, sino que estas inversiones pagan un fuerte dividendo. Cada REIT es diferente, pero en promedio, podrías esperar alrededor de un rendimiento de dividendos del 4% en este tipo de inversión.
Desventajas de poseer inversiones alternativas
1. Costes: tienes que pagar para jugar en esta arena. Este tipo de inversiones tiene costes más altos en comparación con las inversiones tradicionales. Por ejemplo, la calificación asociada con los fondos de cobertura solía ser ‘2 y 20’. Es decir, pagas una tarifa de gestión del 2% y luego una tarifa de rendimiento del 20%, si el fondo genera una ganancia. Esa estructura de tarifas puede estar en declive, sin embargo, es costosa.
Con los REIT no cotizados, la tarifa de gestión puede oscilar entre el 1 y el 2%, puede haber una tarifa de rendimiento además de eso, Y generalmente hay una tarifa inicial que va al asesor/corredor que te vendió el producto.
¿No te parecen altos esos porcentajes? Considera esto, Jeremey Siegel proporcionó el siguiente análisis en su legendario libro, Acciones para el largo plazo:
Los costes de trading y asesoramiento del 2 o 3 por ciento anual pueden parecer pequeños para los inversores que buscan retornos anuales del 20 o 30 por ciento, pero dichos costes son extremadamente perjudiciales para la acumulación de riqueza a largo plazo. Invertir 1.000 dólares a un retorno compuesto del 11% por año acumulará 23.000 dólares en 30 años.
Una tarifa anual del 1% reducirá la acumulación final en casi un tercio.
Con una tarifa anual del 3%, la acumulación asciende a poco más de 10.000 dólares, menos de la mitad del retorno del mercado.
2. Valoraciones poco claras: la belleza de invertir en mercados bursátiles es que se sabe exactamente cuánto vale la inversión mirando el precio de las acciones en cualquier momento. Con las inversiones alternativas, este no es el caso. Estos productos no se cotizan en bolsa, por lo que no hay un precio de mercado disponible fácilmente. Estos fondos tendrán valoraciones independientes realizadas que pueden o no ser el verdadero valor si estuvieran en el mercado bursátil.
3. Iliquidez: si necesitas acceso a tu dinero y estás invertido en inversiones tradicionales, puedes venderlas en cualquier momento. Con las alternativas, estas inversiones se consideran ilíquidas, lo que significa que no puedes convertir fácilmente la inversión en efectivo.
A menudo, estos productos requieren que tu dinero esté comprometido durante cierto tiempo o de lo contrario, pagarás una tarifa de “redención”. Este período de tiempo varía. Para los REIT no cotizados, puede ser tan corto como un año, con capital privado, tus fondos pueden estar comprometidos durante varios años (quizás de 4 a 10 años) antes de que haya un evento de liquidez.
También considera que cuando las cosas comienzan a cambiar, las personas corren hacia las salidas y ellos, los REIT no cotizados, tienen la capacidad de detener las redenciones.
Entonces, si necesitas tu dinero y no están aceptando redenciones ni ofreciendo un evento de liquidez, lo siento…
Conclusiones clave
En un entorno de bajas tasas de interés, como el que hemos visto en la última década, los inversores buscaron mayores rendimientos. Esto resultó en asumir más riesgos y potencialmente invertir en alternativas.
Que esto sirva como recordatorio de que, aunque hay beneficios con estos productos, siempre hay riesgos, al igual que invertir en activos tradicionales.
Comprende el riesgo de tus inversiones. Considera qué sucedería si surgiera una emergencia y necesitaras acceso a tu dinero. Asegúrate de tener suficiente capital “líquido” para cubrir estas posibles necesidades.
Divulgación: Este material es solo para información general y no tiene la intención de proporcionar consejos o recomendaciones específicas para ningún individuo. Todo el rendimiento mencionado es histórico y no garantiza resultados futuros. Todos los índices no están gestionados y no se pueden invertir directamente. Toda inversión conlleva riesgos, incluyendo fluctuaciones de precios y pérdida de capital.
También puedes leer: Sector farmacéutico mantiene una reserva financiera de 700.000M$