El martes, Tesla Inc (NASDAQ:TSLA) subió los precios de las variantes de mayor autonomía del sedán Model S y del SUV Model X en Estados Unidos y China, que son sus dos mercados más grandes, según puede leerse en el sitio web de la compañía.
Lo que ha sucedido
El Model S Long Range y el Model X Long Range ahora cuestan 4.637 dólares más en China y 5.000 dólares más en Estados Unidos.
En China, el Model S Long Range ahora tiene un precio de 133.117 dólares, mientras que el Model X Long Range cuesta 140.857 dólares.
En los Estados Unidos, la versión Model S Long Range ahora tiene un precio de 89.990 dólares y el precio inicial del Model X Long Range ha subido hasta los 99.990 dólares.
Tesla todavía no ha comenzado las entregas del Model S Long Range y ya ha subido su precio por segunda vez desde que se lanzara el vehículo en enero. La fecha de entrega estimada para el Model S Long Range ahora es marzo-abril del año que viene, y no principios de año que viene como la compañía indicaba anteriormente en su sitio web.
La última subida de los precios tuvo lugar el pasado mes de julio, cuando la empresa dirigida por Elon Musk realizó subidas de precios similares en los dos países que considera sus principales mercados para registrar crecimiento.
A principios de este año, Musk señaló que Tesla tenía como objetivo fabricar más de 2.000 unidades del Model S y del Model X cada semana y que probablemente podría llegar a las 2.400-2.500 unidades semanales.
Tanto el vehículo eléctrico Model S como el Model X se encuentran entre los coches insignia más caros de Tesla y se han renovado recientemente, con un nuevo diseño interior y exterior, además de mejoras de eficiencia y autonomía.
¿A qué se debe la subida de los precios?
Musk ha echado la culpa del aumento de los precios a los problemas de la cadena de suministro y la escasez de semiconductores que han afectado a todo el sector. Además, la semana pasada, en una conferencia posterior a las ganancias con los inversores, expresó que “la situación mundial de escasez de chips sigue siendo bastante grave”.
“Durante lo que queda de año, nuestras tasas de crecimiento estarán determinadas por la pieza más lenta de nuestra cadena de suministro, que es la amplia gama de chips que en ocasiones son las piezas más lentas de la cadena de suministro”, afirmó Musk.
Tesla no es la única afectada. La escasez global de chips también ha perjudicado a los fabricantes de automóviles tradicionales y ha obligado a empresas como General Motors Co (NYSE:GM), Ford Motor Co (NYSE:F) y Volkswagen AG (OTC:VWAGGY), entre otras, a detener su producción y dar prioridad a la fabricación de sus modelos más rentables en medio de inventarios que han registrado mínimos históricos.
El movimiento de los precios
Las acciones de Tesla, que han estado subiendo desde que la empresa presentara su informe de ganancias la semana pasada, cerraron marginalmente al alza en los 709,74 dólares el martes.
Foto: Cortesía de Tesla