Las acciones de Nvidia Corp. (NASDAQ:NVDA) parecen seguir una tendencia a la baja este jueves, ya que las preocupaciones macroeconómicas hacen que los inversores se decanten por la disminución del riesgo.
Los problemas de Nvidia
A pesar de que las ganancias de Nvidia obtuvieron los elogios de los analistas de venta, los inversores no han dejado de vender las acciones por miedo a que la empresa liderada por Jensen Huang no pueda seguir ofreciendo un rendimiento financiero tan sumamente espectacular. Las acciones alcanzaron un máximo de 140,76 dólares el 20 de junio, en las horas punta, poco después de que comenzara a cotizar de nuevo y se fijara la fecha de pago de dividendos. El máximo de cierre fue de 135,58 dólares, alcanzado el 18 de junio.
Las acciones de Nvidia se encontraban en un proceso de consolidación general desde entonces, pero el desmantelamiento de la operación carry trade del yen ha arruinado los mercados financieros mundiales, con las acciones del gigante de la inteligencia artificial cayendo a su paso.
El día del desplome global, 5 de agosto, las acciones de Nvidia alcanzaron un mínimo de 90,69 dólares, y dos sesiones después, en el cierre, tocaron fondo en 98,91 dólares. A pesar de que intentaron recuperarse, el informe de ganancias del segundo trimestre sirvió como un detonante bajista importante, a pesar de que la compañía anunció un crecimiento de las ganancias y los ingresos anuales y secuenciales. Los ingresos de centros de datos, un segmento que incluye hardware, especialmente aceleradores de IA vendidos a proveedores de servicios en la nube, alcanzaron un récord. Aunque el pronóstico de ingresos del tercer trimestre es optimista, algunos analistas lo tacharon de insuficiente, ya que supone el menor aumento en comparación con el consenso de varios trimestres.
La falta de resolución sobre el momento del envío de Blackwell 200 también ejerció presión a la baja.
El impacto macro
La lucha de las acciones se agravó aún más cuando los datos económicos suaves avivaron las preocupaciones sobre la recesión, lo que afectó de forma significativa a las acciones de crecimiento. Y por si fuera poco, surgieron informes de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos había emitido una citación en relación con un posible monopolio en las empresas de inteligencia artificial, aunque la compañía lo negó.
Después de estas últimas debilidades, las acciones de Nvidia cotizan a un múltiplo de ganancias por acción a futuro de 37,88. La mayoría de los analistas, convencidos de la supremacía de la IA de la compañía, recomiendan comprar las acciones de Nvidia en sus puntos más débiles.
El soporte inmediato se encuentra en torno a los 103,6 dólares, y una ruptura por debajo de este nivel podría llevar a las acciones hasta los 101,50 dólares, el mismo nivel al que ya habían llegado a finales de mayo. En el peor de los casos, podrían caer por debajo de los 100 dólares. El siguiente soporte está en torno a los 95 dólares.
Por el lado positivo, la resistencia general se encuentra en torno a los 106,5 dólares y los 115 dólares.
En las operaciones previas a la apertura del mercado, las acciones de Nvidia cayeron un 0,89 % hasta los 105,26 dólares, según los datos de Benzinga Pro, con una debilidad que se acentuó tras publicarse un informe sobre empleo privado de la ADP muy débil.
Imagen a través de Shutterstock
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