La tecnología y las plataformas de inversión han permitido, ya no solo democratizar el mundo de la inversión para las rentas medias y bajas, sino también ha hecho posible una manera más sofisticada para ganar dinero con las inversiones. Primero fue la gestión pasiva mediante los fondos indexados y ETFs, la llegada de brókeres online con muy pocas barreras de entrada para operar y, después, llegaron los robo-advisor.
Para entender lo que son basta con combinar el significado de ambas palabras. Robot + asesor, lo que se traduce en un asesor financiero automatizado que te ayuda a gestionar el dinero de una manera más rápida, sencilla y barata. El uso de algoritmos, automatización y la supervisión de un equipo experto detrás han hecho que este tipo de productos sean cada vez más populares por su eficacia y sus bajos costes en comparación con un fondo de inversión al uso.
¿Cómo funciona?
Hay varios niveles de automatización y seremos nosotros los que indicaremos lo que queremos que el roboadvisor haga por nosotros. Pero, sus funciones se basan en elaborar un plan en base a los ahorros que tenemos y al dinero que vamos a aportar mensualmente para ver qué estrategia de inversión seguir. Si tenemos un perfil conservador, moderado o agresivo, el robot elaborará diferentes estrategias de inversión. Pero, no solo eso, sino que también hará cambios de manera automática cuando sea necesario hacerlo.
Aunque muchas estrategias están basadas en algoritmos y en la propia tecnología, lo cierto es que detrás de todos los roboadvisor hay un equipo humano detrás que supervisa todo. Normalmente invierten en fondos indexados o ETFs que replican un mercado o un sector, más que comprar acciones concretas, aunque hay de todo. Lo que se hace es hacer uso de la tecnología que el propio robot posee para minimizar los errores y los costes. Pero no opera por sí mismo como tal de manera independiente.
¿Son efectivos?
Lo cierto es que desde su aparición en el año 2008 han demostrado tener una rentabilidad muchas veces superior a los gestores tradicionales. Así, en Estados Unidos algunos de ellos como Betterment superan los 15.000 millones de dólares en activos bajo gestión de más de 350.000 clientes. En el caso de Europa, Scalable Capital, uno de los roboadvisor más utilizados, ha logrado superar los 10.000 millones de euros bajo gestión.
Generalmente, son unos productos utilizados por los inversores más jóvenes, aquellos que ya están familiarizados con realizar las transacciones financieras de manera digital y entienden mejor la tecnología. Además, no suelen poseer grandes patrimonios y buscan una manera sencilla y barata de cosechar rentabilidad.
Así pues, pueden ser una alternativa que nos complemente nuestra estrategia de inversión, especialmente si no tenemos tiempo y tampoco un gran conocimiento a la hora de operar en el mercado. Son más baratos que los fondos de inversión de gestión activa, así por el lado de las comisiones también se potencia la rentabilidad. Pero, como todo, siempre es mejor preguntarnos si esto es lo que necesitamos y si nos ayudaría a gestionar mejor nuestro patrimonio.
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