Los dispositivos MacBook y iPad de Apple Inc (NASDAQ:AAPL) están sufriendo retrasos en la producción debido a la actual escasez global de chips semiconductores, que está afectando especialmente a los sectores de los aparatos electrónicos y la automoción, según ha informado Nikkei Asia este jueves.
Lo que ha sucedido: La información, que cita varias fuentes, señala que la escasez global de componentes ha provocado retrasos en un paso clave y anterior al ensamblaje final de la producción del MacBook. Por otro lado, la escasez de pantallas y componentes de pantallas ha originado retrasos en el ensamblaje de algunos iPad.
Esta demora ha obligado a Apple a retrasar parte de los pedidos de componentes del MacBook y el iPad desde la primera mitad hasta la segunda mitad del año, según la información proporcionada.
La actual escasez de chips ha afectado severamente a fabricantes de automóviles desde Detroit hasta Tokio, incluidos Tesla Inc. (NASDAQ:TSLA) y Ford Motor Company (NYSE:F), que se han visto obligados a dar prioridad a la producción de sus productos más rentables. La escasez, que parece estar empeorando, ha interrumpido las cadenas de suministro globales y se espera que afecte aún más a las empresas tecnológicas más pequeñas.
Por qué es importante: Se sabe que Apple ha gestionado su complicada cadena de suministro de manera eficiente a pesar de la envergadura de sus operaciones. Hasta ahora, no se ha visto afectada por la escasez actual que ha enturbiado los planes de producción de fabricantes de automóviles de todo el mundo. Por el momento, los clientes de Apple no se han quejado de la existencia de retrasos.
Los planes de producción de los iPhone, el producto insignia de Apple, no se han visto afectados hasta la fecha por la escasez de suministro. Sin embargo, el suministro de algunos componentes es ajustado, según la información de Nikkei Asia.
El movimiento de los precios: El miércoles, las acciones de Apple cerraron un 1,34% al alza en los 127,90 dólares.
A continuación, te recomendamos leer: Thiel: Apple, Google y Bitcoin van contra intereses de EEUU