BEIJING, 19 de junio de 2021 /PRNewswire/ — En la lucha de China contra la COVID-19, más de 39 millones de miembros del Partido Comunista de China (CPC) combatieron el virus en primera línea, mientras que más de 13 millones de voluntarios prestaron sus servicios a nivel comunitario. Casi 400 de ellos dieron su vida para salvar a otros.
Unidos como uno solo y decididos a salvar todas las vidas a toda costa, China ha sido uno de los países que más éxito ha tenido en la contención del virus.
Este es un ejemplo vívido que demuestra el compromiso de China con una filosofía centrada en las personas.
Arraigada en la historia
La adhesión a una filosofía centrada en las personas ha sido la clave del éxito del CPC en los últimos 100 años. De los 57 miembros representados por 13 diputados en el primer Congreso Nacional de 1921, el CPC se ha convertido en una entidad de 91 millones de personas que gobierna un país de 1.400 millones de habitantes.
Sentando las bases del socialismo con características chinas, el CPC llevó a China a superar los obstáculos en el camino de su desarrollo, ayudándola a mantenerse en pie y a fortalecerse hasta convertirse finalmente en la segunda economía más grande del mundo.
“El pueblo es el creador de la historia. Son la fuerza fundamental que determina el futuro de nuestro Partido y del país”, dijo el presidente chino Xi Jinping, también secretario general del Comité Central del CPC.
Compromiso con el mundo
Mientras la COVID-19 sigue haciendo estragos en el mundo, muchos países han restringido las exportaciones de grano. Como resultado, el número de personas que se enfrentan a la inseguridad alimentaria aguda alcanzó los 155 millones el año pasado, la cifra más alta de los últimos cinco años.
Sin embargo, China está poniendo de su parte para garantizar la seguridad alimentaria mundial reduciendo las importaciones de grano y aumentando moderadamente las exportaciones de trigo y arroz. También sigue ayudando a otros países en desarrollo en el marco de la cooperación Sur-Sur.
En el ámbito nacional, China cumplió su objetivo de reducción de la pobreza para finales de 2020, sacando de la pobreza a casi 100 millones de personas en los últimos ocho años.
En los próximos cinco años, China tiene previsto adoptar una serie de medidas, como mejorar los ingresos de la población, impulsar el empleo y construir un sistema educativo de alta calidad.
“Garantizar que el pueblo disfrute de una vida feliz es el objetivo último de todo nuestro trabajo y es una importante manifestación del propósito fundamental de nuestro Partido de servir al pueblo de todo corazón”, dijo Xi.
Xi ha instado constantemente a los miembros del CPC a mantenerse fieles a la misión fundacional del Partido, que es servir al pueblo.