La Agencia de Desarrollo Espacial del Departamento de Defensa de los Estados Unidos (SDA), adjudicó este lunes dos contratos para construir la primera generación de la Capa de Rastreo para su programa de Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional (NSSL).
Lo que sucedió: Space Exploration Technologies Corp. mejor conocido como SpaceX, propiedad de Elon Musk, se adjudicó un contrato de precio fijo por 149 millones de dólares, mientras que L3 Harris Technologies Inc recibió un contrato de 193 millones de dólares.
El contrato forma parte de un proyecto de seguridad nacional con mayor alcance que emplearía satélites para detectar misiles balísticos intercontinentales de larga distancia (ICBM).
Tanto SpaceX como L3 Harris van a construir cuatro satélites donde cada uno será encargado de albergar un sensor de seguimiento de misiles con capacidad de infrarrojos de gran angular, afirmó Reuters. SpaceX fabricará los satélites en su planta de ensamblaje Starlink en Redmond, Washington, según los reportes.
Se espera que ambas compañías entreguen los resultados en el otoño del año 2022.
Por qué es importante: El fabricante aeroespacial fundado en el año 2002 por Elon Musk, quien también es el director general de Tesla Inc. (NASDAQ:TSLA), ha ganado varios contratos gubernamentales, incluso del Pentágono. La Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio es el cliente más grande de SpaceX.
La CNBC informó en agosto que SpaceX y United Launch Alliance (ULA) se habían unido en una sociedad con la Fuerza Aérea estadounidense por un contrato de defensa de cinco años a partir del 2022. ULA ganó el 60% del contrato, siendo SpaceX responsable de la entrega del resto de la carga útil.
Foto cortesía de SpaceX a través de Wikimedia.