Los medicamentos para la resistencia a la insulina, como aquellos que contienen el compuesto semaglutida, podrían ayudar potencialmente en el tratamiento de trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Parkinson, informa PsyPost .
Medicamentos para la resistencia a la insulina y Parkinson
Las investigaciones indican que la semaglutida, presente en medicamentos como el Ozempic, y un compuesto similar, el DA5-CH, pueden reducir la inflamación crónica del cerebro y proteger las células cerebrales en modelos animales de la enfermedad de Parkinson. La semaglutida es un agonista del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1), que imita la acción de la hormona GLP-1 en el organismo, ayudando a regular los niveles de azúcar en sangre, promover la secreción de insulina, reducir el apetito y potenciar la pérdida de peso.
Resultados del estudio
El estudio, publicado en la revista Parkinson’s Disease, tuvo como objetivo investigar los posibles efectos neuroprotectores de semaglutida y DA5-CH en la enfermedad de Parkinson. “Los medicamentos que originalmente fueron diseñados para tratar la diabetes han mostrado buenos efectos protectores en muchos modelos animales diferentes de enfermedades del sistema nervioso central”, explicó el autor del estudio, Christian Hölscher, profesor en la Universidad de Medicina China de Henan y científico jefe en Kariya.
Posibles tratamientos para el Parkinson
Tanto la semaglutida como el DA5-CH mejoraron el comportamiento motor, protegieron las neuronas, aumentaron los niveles de dopamina, redujeron la inflamación y disminuyeron los niveles de formas dañinas de alfa-sinucleína en los modelos de ratas. “El mensaje principal es que estos medicamentos son realmente protectores en el cerebro y que no estamos muy lejos de que uno de estos medicamentos llegue al mercado como tratamiento para frenar o detener la enfermedad de Parkinson”, declaró Hölscher a PsyPost.
Se necesita más investigación
Aunque los hallazgos son prometedores, se necesitan más investigaciones y ensayos clínicos para confirmar su efectividad y seguridad en humanos. Los investigadores también enfatizan la necesidad de crear más conciencia sobre estos posibles tratamientos, ya que muchos científicos aún se enfocan en una proteína llamada alfa-sinucleína, que forma grupos o agregados anormales llamados cuerpos de Lewy.