Las recomendaciones de Warren Buffett sobre el apalancamiento son más importantes que nunca en 2024. En su carta anual de 2010, Buffett dejó claro que pedir dinero prestado puede hacerte rico, pero también puede arruinarte. Con los tipos de interés en su nivel más alto de las últimas décadas, los riesgos a los que se refirió están empezando a manifestarse entre las empresas y los inversores que confiaban en que la deuda les llevaría al éxito.
«Indudablemente, algunas personas se han enriquecido mucho gracias al dinero prestado. Sin embargo, esta también ha sido una forma de empobrecerse», escribió Buffett. Es un concepto simple que a menudo se pasa por alto. El apalancamiento multiplica tus ganancias, pero también magnifica tus pérdidas. Como recordó Buffett, una pérdida significativa puede borrar años de progreso. «La historia nos dice que el apalancamiento, utilizado incluso por personas muy inteligentes, produce ceros con demasiada frecuencia».
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En 2024, el cambio de un entorno de tipos bajos a uno de tipos altos ha hecho que las palabras de Buffett parezcan especialmente urgentes. Las empresas y personas que pidieron prestado fuertemente cuando las tasas eran bajas ahora se encuentran en una situación complicada. Refinanciar la deuda es más difícil y más caro, y las empresas que asumieron que el crédito siempre estaría disponible están descubriendo lo peligrosa que puede ser esa suposición. Buffett lo resume así: cuando abunda, nadie lo nota; cuando falta, es lo único en lo que cualquiera puede pensar.
Buffett y su socio, el fallecido Charlie Munger, siempre habían priorizado la estabilidad financiera sobre las ganancias a corto plazo, enfoque que se puede observar en la estrategia actual de Berkshire Hathaway. Este año, la compañía ha reducido sus participaciones en grandes empresas como Apple y Bank of America y ha aumentado sus reservas de efectivo hasta alcanzar un récord de 325 mil millones de dólares. En un mercado lleno de incertidumbre, esa pila de efectivo es una red de seguridad y, tal vez, un tesoro para futuras oportunidades.
Lo que más llama la atención del enfoque de Buffett es lo disciplinado que es. No sigue tendencias ni juega con el apalancamiento. En cambio, se centra en la supervivencia. «Para terminar primero, hay que terminar primero», escribió en esa carta de 2010, estableciendo un paralelismo con las carreras de coches. Es una filosofía que ha mantenido a Berkshire resistente a lo largo de los ciclos del mercado y las crisis.
El consejo de Buffett sobre el apalancamiento es igualmente aplicable para los inversores particulares. La tentación de pedir prestado dinero en busca de mayores ganancias siempre está ahí, pero los riesgos son enormes. Su estrategia, invertir en negocios de los que estarías feliz de ser propietario a largo plazo, elimina el ruido de las especulaciones del mercado y se centra en lo que importa.
La advertencia de Buffett sobre el apalancamiento no solo se refería a las finanzas personales, sino al sistema en general. La crisis financiera de 2008 mostró cómo un endeudamiento excesivo puede desestabilizar economías enteras. Como explicó Buffett:
«De hecho, en septiembre de 2008, la desaparición repentina de muchos sectores de la economía estuvo a punto de hacer que todo nuestro país se arrodillara».
Ahora, al llegar a su fin el año 2024, con el aumento del coste de la deuda y unos mercados más impredecibles que nunca, la petición de prudencia de Buffett sigue siendo un duro recordatorio de lo que está en juego.
Si la incertidumbre financiera actual resulta abrumadora, puede ser una buena idea consultar a un asesor financiero. Incluso Buffett, con toda su sabiduría, conocía el valor de la confianza. Y aunque Charlie Munger ya no está con nosotros, el principio sigue siendo el mismo: tener el consejo adecuado puede ayudarte a evitar errores costosos.
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