Las materias primas podrían haber comenzado un nuevo súper ciclo, tal y como vaticinó ya hace más de un año el banco americano JPMorgan. Además, según el texto que publicaron, las commodities ya han registrado hasta cuatro periodos extraordinariamente alcistas en los últimos 100 años, siendo el último el que comenzó en el año 2008. Ahora, parece que la situación vuelve a repetirse. Pero, lo más interesante no es estar dentro del súper ciclo, sino la visión a largo plazo.
Y es que, los datos, como el algodón, no engañan. La mejor prueba de ello es que, si tomamos las rentabilidades acumuladas en los últimos tres años – pandemia de por medio – las materias primas han registrado, casi en su totalidad, rendimientos positivos. Así, de las 33 commodities principales, 32 han visto aumentar su precio en los últimos tres años. Por eso, para el inversor podría ser interesante tener una cesta de materias primas en la cartera y así beneficiarse de la tendencia.
¿Cuáles han sido las más alcistas?
Si tomamos los datos de los últimos 36 meses, hasta cuatro de ellas han duplicado su valor y el grueso principal ha sido más de un 24%. La que mejor comportamiento ha demostrado, también motivada por la situación actual derivada de la guerra de Ucrania ha sido el gas natural, con una subida del 159%. Le sigue en segundo puesto el aceite de soja con 113% y el café con un 108%. Por su parte, la gasolina y el gasoil suben un 100% y 96% respectivamente.
Pero, lo más llamativo es que, salvo el cacao con -9,7% y el platino con un +5%, el resto ha subido más de un 24%. Desde la plata, hasta la harina, pasando por el maíz, han registrado rendimientos superiores a los dos dígitos en los últimos 36 meses. Por eso puede ser interesante, como inversor, tener en cartera, o al menos en cuenta, este mercado que ha funcionado tan bien en los últimos años.
Si se hace una media de las 33 principales commodities, la rentabilidad de los últimos tres años ha sido del 54%. Así, si hubiéramos invertido 10.000 euros repartiéndolos equitativamente entre todas estas compañías habríamos obtenido una ganancia de 5.400 euros en tan solo tres años.
¿Seguirán subiendo?
Esta una pregunta compleja, ya que hay motivos para pensar que sí, pero también para ser precavidos. La falta de inversión en infraestructuras de tratamiento de gas y petróleo en los últimos años hacen pensar que estas dos materias primas se pueden mantener alcistas, al menos si no se revierte la situación. Pero, también cabe tener en cuenta el hecho de que el peligro de recesión también implica un menor consumo y una menor demanda de estas commodities.
Por otro lado, los metales sí que pueden beneficiarse más debido a que la próxima transición ecológica está demandando una mayor cantidad de este tipo de productos. De hecho, los nuevos coches eléctricos requieren más metal.
Con todo ello, el mercado de las materias primas puede ser interesante, como se ha visto en términos de rentabilidad, pero es un sector muy cíclico y donde confluye una volatilidad alta, propia de la renta variable. Por lo que la inversión dependerá del perfil de riesgo.
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