En un movimiento que podría transformar el panorama de las telecomunicaciones en España, el Gobierno ha aprobado la fusión de dos gigantes del sector.
Qué ha sucedido con Orange y MásMóvil
Según El Mundo, el Consejo de Ministros de España aprobó la fusión de las telecomunicadoras Orange y MásMóvil, prometiendo inversiones y el mantenimiento de empleos.
El acuerdo, que resulta en el primer operador de telecomunicaciones en España por número de clientes y cobertura, fue autorizado tras cumplir con la regulación de inversiones extranjeras y un acuerdo de espectro radioeléctrico con Digi, necesario para la aprobación de la Comisión Europea.
La fusión, valorada en 18.600 millones de euros, ya había recibido luz verde de la Comisión Europea el 20 de febrero. Se espera que los trámites administrativos restantes finalicen en unas semanas, permitiendo que las operaciones conjuntas comiencen pronto.
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El ministro José Luis Escrivá destacó el ambicioso plan industrial de la nueva entidad, con fuertes inversiones en infraestructuras digitales. Aunque los detalles específicos del plan se mantienen confidenciales, se han asegurado compromisos significativos en inversión y empleo.
La empresa conjunta resultante será controlada al 50% por ambas compañías, aunque Orange considera adquirir una participación mayoritaria en el futuro. La ubicación de la sede y el nombre comercial de la nueva empresa aún no se han revelado.
Por qué es importante
La aprobación gubernamental marca un hito en la consolidación del mercado de telecomunicaciones en España, prometiendo crear un gigante capaz de competir con más fuerza en el mercado europeo. La fusión de Orange y MásMóvil no solo alterará el equilibrio competitivo en España, sino que también podría sentar un precedente para futuras consolidaciones en la industria a nivel continental.
El compromiso con la inversión y el empleo responde a las preocupaciones sobre la concentración del mercado y el impacto en los trabajadores. La nueva entidad se compromete a ser un motor de crecimiento y a mantener la competitividad en un sector cada vez más dominado por la necesidad de infraestructuras digitales avanzadas y servicios innovadores.
Con la mirada puesta en el futuro, la fusión podría acelerar la implementación de tecnologías como el 5G y fomentar el desarrollo de una economía digital más robusta en España, beneficiando a consumidores y empresas por igual.
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