En medio de una creciente guerra tecnológica entre Estados Unidos y China, Malasia se ha convertido en un importante centro de fabricación de semiconductores, atrayendo a importantes jugadores globales.
Malasia actor clave en fabricación de semiconductores
A medida que la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China se intensifica, Malasia ha surgido como un lugar crítico para la fabricación de semiconductores. La infraestructura bien establecida del país y su fuerza laboral calificada lo han convertido en un destino atractivo para las empresas globales de chips, según informó CNBC.
La experiencia de Malasia en la “parte trasera” del proceso de fabricación de semiconductores, que incluye el ensamblaje, las pruebas y el empaquetado, ha sido un factor clave en su creciente importancia. Grandes empresas de chips, como Intel Corp (NASDAQ:INTC), GlobalFoundries e Infineon, han realizado importantes inversiones en Malasia.
Por ejemplo, Intel ha invertido más de 7.000 millones de dólares en una fábrica de empaquetado y prueba de chips en Malasia, cuya producción comenzará en 2024. GlobalFoundries también ha establecido un centro en Penang, mientras que Infineon planea construir un tercer módulo de fabricación de obleas en Kulim.
“Nuestra decisión de invertir en Malasia se basa en su diverso talento, infraestructura bien establecida y cadena de suministro sólida”, dijo Aik Kean Chong, director gerente de Intel Malaysia, según el informe.
Según la Autoridad de Desarrollo de Inversiones de Malasia, la participación de Malasia en el mercado mundial de servicios de ensamblaje, prueba y empaquetado de chips es del 13%. Las exportaciones de semiconductores del país aumentaron un 0,03% a 387.450 millones de ringgit malasios (81.400 millones de dólares) en 2023 a pesar de la débil demanda global de chips.
“Malasia y Asia en general están preparadas para beneficiarse de la guerra tecnológica entre China y Estados Unidos, donde el acceso a chips semiconductores avanzados se está utilizando como herramienta para establecer la supremacía tecnológica global”, dijo May-Ann Lim, directora de la práctica de gobernanza de datos en la consultoría de políticas públicas Access Partnership.
La ubicación estratégica de Malasia y su fuerza laboral calificada la han convertido en un destino preferido para las empresas de chips que buscan diversificar sus operaciones en medio de la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China. Sin embargo, la fuga de cerebros del país sigue siendo un desafío significativo, ya que los trabajadores calificados se van en busca de mejores oportunidades en el extranjero.
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Japón y Singapur, nuevos gigantes en semiconductores
La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China ha desencadenado un cambio global en la industria de semiconductores, con países como Japón y Singapur emergiendo como actores clave. Las empresas taiwanesas de chips están expandiendo cada vez más sus operaciones en Japón, dando forma a la industria global de semiconductores.
Mientras tanto, la firma de inversión estatal de Singapur, Temasek, está en conversaciones con el desarrollador de inteligencia artificial (IA) OpenAI sobre invertir en la empresa, lo que indica la creciente importancia de Singapur en el panorama tecnológico global.
Sin embargo, la industria global de semiconductores enfrenta posibles interrupciones, como el reciente terremoto en Taiwán, que podría afectar la producción de chips y, a su vez, el progreso de la IA, como destacó el analista tecnológico Gene Munster.
En medio de estos desarrollos, Taiwan Semiconductor (NYSE:TSM) está considerando expandir su capacidad de empaquetado de chips avanzados en Japón, un movimiento que podría afectar significativamente a la industria global de semiconductores.
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