El fichaje de Cristiano Ronaldo por el club Al Nassr de Arabia Saudita, motivado por una atractiva compensación salarial, dio mucho de que hablar el mes en todo el mundo. Sin embargo, la llegada al equipo del cinco veces ganador del Balón de Oro también ha puesto de manifiesto los cambios que ha sufrido el fútbol asiático.
Lo que ha sucedido
Desde principios de la década pasada, la Superliga de China, o CSL, ha atraído a muchos jugadores y entrenadores de élite a pisar los céspedes del país asiático, especialmente desde antes que comenzara la pandemia de la Covid-19.
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El fichaje del dúo brasileño Oscar y Hulk en 2016 por una suma combinada de alrededor de 141,27 millones de dólares puso de manifiesto las intenciones del Shanghai SIPG, que ya había incorporado a los entrenadores ganadores de la Copa del Mundo Marcello Lippi y Luiz Felipe Scolari.
A Ronaldo y Lionel Messi también se les vinculó varias veces con la liga.
Aquello también generó preocupaciones sobre el gasto excesivo, después de lo cual las autoridades endurecieron las regulaciones. Sin embargo, no hicieron nada por calmar las especulaciones en 2018 que apuntaban a que las élites del fútbol habían puesto su atención en China.
Cinco años después, las cosas han cambiado mucho. El delantero Cristiano Ronaldo se unió al club de Arabia Saudita después de que se rescindiera su contrato con el Manchester United el pasado mes de noviembre.
Por otro lado, hubo clubes que tuvieron que hacer frente a desafíos importantes a causa de las deudas de los promotores inmobiliarios de los que eran propiedad. Uno de ellos fue el Jiangsu Suning, que se disolvió a principios de 2021, meses después de ganar el título de CSL por primera vez.
A pesar de que China aliviara las restricciones el mes pasado, las ambiciones futbolísticas de Pekín ya se han visto profundamente dañadas. Ahora, todo el mundo permanece atento para descubrir qué tienen para ofrecer las riquezas financiadas con petróleo en una Arabia Saudí que se ha reafirmado.
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