La Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. (FDA) autorizó el sábado el uso de emergencia de una prueba para la Covid-19 a base de saliva, que podría aumentar la capacidad de diagnóstico.
Qué debes saber: La prueba se llama prueba de diagnóstico SalivaDirect para la Covid-19 y ha sido desarrollada por la Escuela de Salud Pública de Yale. El nuevo método utiliza muestras de saliva para realizar pruebas de infección por la Covid-19.
“La prueba SalivaDirect para la detección rápida de SARS-CoV-2 supone un punto de inflexión en la innovación de pruebas que reducirá la demanda de recursos de pruebas escasos”, declaró Brett P. Giroir, subsecretario de Salud y Coordinador de Pruebas de Covid-19, en un comunicado de prensa emitido por la FDA.
Por qué es importante: Se dice que el método de este test con muestras de saliva es bastante más sencillo que el test con hisopo. La prueba mediante saliva es bastante más barata y podrían realizada la mayoría de los laboratorios de diagnóstico, ya que no requiere los kits que se utilizan en las pruebas con hisopos.
El nuevo test desarrollado por los investigadores de la Escuela de Salud Pública de Yale permite la recolección de saliva en cualquier recipiente estéril. El método se utilizó por primera vez en individuos asintomáticos relacionados con la NBA. Yale afirma que la prueba es más simple, menos invasiva que el método tradicional conocido como prueba nasofaríngea o prueba con hisopo.
¿Qué ocurrirá después? “Se trata de un enorme paso hacia delante para ampliar la accesibilidad de las pruebas”, afirmó Chantal Vogels, becaria postdoctoral de Yale, quien dirigió el desarrollo y la validación del laboratorio junto con Doug Brackney, profesor clínico asistente adjunto, en un comunicado de prensa emitido por la Universidad de Yale.
El método está disponible de inmediato para los laboratorios de diagnóstico de todo el país que pueden optar por la prueba, ya que potencialmente puede reducir los costes, acelerar los tiempos de respuesta y aumentar la frecuencia de las pruebas. Los investigadores de Yale de la Escuela de Salud Pública han estimado que realizar cada prueba debería costar alrededor de 10 dólares.