A medida que la economía continúe recuperándose, los participantes del mercado se concentrarán en dos áreas críticas: el panorama del empleo y las decisiones políticas tomadas por la Reserva Federal. Echemos un vistazo más de cerca a cada uno de estos aspectos para comprender qué está impulsando las decisiones políticas de la Reserva Federal y, lo que es más importante, qué esperar de futuras publicaciones económicas.
Al igual que lo que se vio en los mercados de materias primas, la mano de obra a experimentado desequilibrios tanto en la oferta como en la demanda simultáneamente. A medida que la economía comienza a normalizarse, la demanda de mano de obra ha superado la oferta de trabajadores disponibles. Este panorama de empleo desequilibrado debería comenzar a ver signos de mejora con dos eventos importantes que afectan directamente la situación:
- El fin de las prestaciones por desempleo mejoradas ha competido directamente con los puestos vacantes en la población activa. En algunos de los 26 estados de EE.UU. que han optado por no recibir estos beneficios federales, las tasas de desempleo han caído a niveles cercanos a la pandemia. Las vacantes disponibles han disminuido y los nuevos puestos de trabajo se están ocupando.
- La apertura de escuelas en el otoño, permitiendo a los padres la posibilidad de irse sin preocuparse por la educación sin supervisión de los niños. La reapertura de los programas de cuidado infantil y preescolar, que son esenciales para los niños y las familias a las que sirven, se convierte en un catalizador importante para que los trabajadores regresen a la fuerza laboral. Las interrupciones en los servicios de cuidado infantil durante la pandemia han provocado conflictos entre los padres trabajadores y han provocado un alto ausentismo en los lugares de trabajo.
Ambos cambios deberían comenzar a reequilibrar el mercado laboral en un futuro próximo.
En torno a toda la cuestión del empleo se encuentran las acciones que está tomando la Reserva Federal. La Fed comenzará a disminuir el gasto en algún momento y los mercados de capitales deberían estar listos. Cuando suceda, deberíamos ver un movimiento al alza en la curva de rendimiento y el dólar estadounidense fortalecerse frente a otras monedas importantes del mundo. Uno de los efectos secundarios podría ser la presión a la baja sobre los precios de las materias primas, que están denominadas en dólares, y podría generarse una presión desinflacionaria.
En última instancia, la dirección del mercado estará determinada por la velocidad de cualquier ajuste que tenga lugar. Si la Fed se ubica detrás de la curva y la inflación comienza a subir y volverse “puntiaguda”, entonces podría tener que moverse más rápido de lo esperado. Si, por otro lado, se mueven demasiado rápido, la presión desinflacionaria puede volver a convertirse en un problema que obligará a la Fed a moverse gradualmente con aumentos de tasas.
De una manera u otra, el panorama laboral y las decisiones de la Fed podrían generar volatilidad para las materias primas, las acciones y los bonos en los próximos meses.
Imagen de Free-Photos en Pixabay