El miércoles, la Reserva Federal anunció la decisión de extender otro trimestre sus medidas de control sobre las grandes entidades bancarias e hizo énfasis en la necesidad de preservar el capital en el sector.
Lo que sucedió: Las entidades bancarias con una base patrimonial total superior a los 100.000 millones de dólares seguirán teniendo prohibido participar en un programa de recompra de acciones propias. La Fed también extendió la imposición de un límite para los pagos de dividendos al vincular la asignación de dividendos a los ingresos recientes.
El objetivo de estas restricciones es garantizar la preservación continua del capital bancario, al tiempo que se respaldan los préstamos y se brinda un colchón contra contingencias tales como pérdidas en préstamos, según la Fed.
Los resultados de las pruebas de resistencia anual publicados en junio indicaron que las entidades bancarias sufrirían fuertes pérdidas, en base a escenarios hipotéticos, pero que podrían resistir el revés económico.
Varios legisladores demócratas, incluida la senadora Elizabeth Warren (D-Mass.), llevan mucho tiempo exigiendo que se prohíba por completo el pago de dividendos bancarios.
Por qué es importante: A mediados de marzo, los miembros del Financial Services Forum decidieron reducir las recompras de acciones internas, según informa la CNBC.
Bancos consolidados como JPMorgan Chase & Co (NYSE:JPM), Bank of America Corp (NYSE:BAC), Goldman Sachs Group Inc (NYSE:GS), Citigroup Inc (NYSE:C) y Wells Fargo & Co (NYSE:WFC) forman parte del foro.
Después de que la Fed publicara las pautas de preservación del capital en junio, Wells Fargo tuvo que reducir sus pagos de dividendos del tercer trimestre, informó CNBC.
¿Qué ocurrirá después? Se están realizando una segunda prueba de resistencia y un análisis de sensibilidad cuyos resultados se darán a conocer a finales de año.
Foto cortesía de: Adam Fagen a través de Flickr