El presidente Joe Biden anunció el lunes que volverá a nombrar al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, para un segundo mandato como presidente de la Fed y nombrará vicepresidenta a la gobernadora de la Fed, Lael Brainard.
Se esperaba que Biden nominara a Powell o a Brainard para el puesto de presidente de la Fed. Powell fue nominado inicialmente por el expresidente Donald Trump en 2017, pero Trump fue muy crítico con este durante su primer mandato en el cargo.
Powell estaba en el cargo durante la crisis del mercado que provocó la Covid-19 en marzo de 2020 y orquestó los recortes de emergencia de las tasas de interés y la implementación de 120.000 millones de dólares en compras mensuales de activos para respaldar la economía y proporcionar liquidez a los mercados financieros durante la posterior paralización de la economía.
Los críticos de Powell han afirmado que la Fed no acertó al decir que las consecuencias inflacionarias de las medidas de estímulo de la Fed serían “transitorias”. En noviembre, el Departamento de Trabajo reportó un aumento del 6,2% en el índice de precios al consumidor (IPC) del mes de octubre, que fue la subida más rápida de inflación registrada desde finales de 1990.
Sin embargo, la decisión de mantener el rumbo con Powell fue bien recibida por el mercado en un principio, ya que por lo general tanto Powell como Brainard se consideran legisladores relativamente pacifistas.
Manteniendo el rumbo
George Ball, presidente de Sanders Morris Harris, señaló que Powell es “sensato, eficaz, respetado y familiar” para el mercado.
“Aunque la permanencia de Powell como presidente de la Fed no provocará un nuevo movimiento alcista importante en las acciones, reemplazarlo podría haber desencadenado una gran presión a la baja sobre las acciones, ya que a los inversores no les gusta la incertidumbre ni lo desconocido”, expresó Ball.
Ryan Detrick, estratega jefe de mercado de LPL Financial, explicó que el hecho de que Powell permanezca en el cargo durante un segundo mandato acabará con una de las preocupaciones de los inversores.
“Aunque probablemente la decisión no haya sido fácil para el presidente, debería ser recibida positivamente por los mercados”, declaró Detrick.
Greg McBride, analista financiero jefe de Bankrate, dijo que es difícil cambiar de jinete en mitad de una carrera.
“La Reserva Federal se encuentra ahora mismo en un punto de inflexión para empezar a reducir el estímulo, por lo que la continuidad de la presidencia de la Fed es clave”, declaró McBride.
El impacto de Brainard
Joseph Brusuelas, economista jefe de RSM US LLP, señaló que Brainard desempeñará un papel importante en la implementación de una moneda digital del banco central.
“Sin duda, ella es un poco más moderada en la política que Powell, que está a favor de una regulación más estricta del sistema financiero que refleja las preferencias de la administración Biden”, afirmó Brusuelas.
Jeff Klingelhofer, codirector de inversiones de Thornburg Investment Management, dijo que los demócratas deberían estar satisfechos con Brainard como vicepresidenta.
“La creciente inflación está muy presente en la mente de todos, por lo que al mercado le habría resultado más difícil aceptar a Brainard como presidenta”, declaró Klingelhofer.
Desafíos por delante
Chris Zaccarelli, director de inversiones de Independent Advisor Alliance, ha señalado que la continuidad es fundamental para los mercados y la economía en este momento.
“La economía está sufriendo una subida de la inflación y la Fed ya ha tomado medidas para reducir sus medidas extraordinarias de estímulo (tapering), pero tendrán que actuar más rápido para abordar las amenazas de inflación y evitar que se asienten”, ha explicado Zaccarelli.
Robert Schein, director de inversiones de Blanke Schein Wealth Management, ha expresado que la economía de EE.UU. es fuerte y no necesita tasas de interés cercanas a cero ni medidas significativas de expansión cuantitativa.
“Los inversores ya no tendrán que preguntarse quién liderará la Reserva Federal durante los próximos años. El próximo gran dilema al que se enfrenta el banco central es cómo normalizar la política monetaria sin alterar los mercados”, ha expresado Schein.