La Unión Europea (UE) quiere prohibir la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel para el año 2035. Cinco países de la unión política y económica europea han mostrado su rechazo a la prohibición.
Qué debes saber
El plan de la UE forma parte de una estrategia cuyo objetivo es reducir las emisiones de carbono y estimular la transición a los vehículos eléctricos. Este plan para reducir las emisiones de carbono de los vehículos en un 100% para el año 2035 forma parte del objetivo de Europa de convertirse en el primer continente neutro en carbono para el año 2050.
Según una información de Reuters, cinco países que pertenecen a la Unión Europea quieren retrasar el plan y la fecha de 2035. Esos países son Bulgaria, Italia, Portugal, Rumanía y Eslovaquia.
Los cinco quieren que el plan exija una reducción del 90% en las emisiones de carbono de los coches para 2035 en lugar de una reducción del 100%. Estos mismos países estarían dispuestos a firmar un plan para reducir al 100% las emisiones de carbono para el año 2040. Además, solicitan que el plan contemple una reducción del 80% de las emisiones para los vehículos comerciales ligeros para el año 2035 y del 100% para 2040.
“Es necesario establecer periodos de transición adecuados y personalizados”, decía el documento al que ha tenido acceso Reuters.
Un funcionario búlgaro afirmó que hay que tener en cuenta el poder adquisitivo de los diferentes países de la Unión Europea, así como la vida útil promedio de 15 años de los coches nuevos.
El ministro de finanzas de Alemania también señaló que su país está considerando no apoyar el objetivo de 2035.
Por qué es importante
La Unión Europea es un grupo de 27 países que funciona como una unión política y económica. Los miembros de la UE deben cumplir con las leyes aprobadas por el grupo.
Junto con la decisión pendiente sobre la reducción de las emisiones de carbono en un 100% para 2035, la Unión Europea está trabajando en otra ley que obligaría a los países miembros a instalar millones de estaciones de carga de vehículos eléctricos en la década actual.
Muchas empresas de automóviles tradicionales han apoyado la transición a los vehículos eléctricos y la reducción de las emisiones. Ford Motor Company (NYSE:F) y Volvo Cars son algunos de los fabricantes de automóviles tradicionales que han prometido su apoyo al plan de la Unión Europea.
La prohibición de los automóviles tradicionales se aplicaría solo a las ventas de vehículos nuevos y no afectaría a los vehículos que están en circulación actualmente ni a las ventas de coches usados. Si tenemos en cuenta que un coche promedio dura unos 15 años, el objetivo sería que los que todavía se estén usándose en 2035 estén obsoletos y fuera de servicio para el año 2050.