Estados Unidos ha confirmado la entrada en la recesión técnica, se entiende como tal la acumulación de dos trimestres consecutivos con caídas del PIB. Concretamente, la contracción fue del 0,9%, cuando se esperaba que el PIB subiera un 0,3%. Así, la contracción del 1,6% del primer trimestre y esta del segundo ya hacen que el indicador retroceda un 2,5% en los seis primeros meses del año. Por el momento en Europa no ha llegado la recesión, pero todo apunta a que la economía del Viejo Continente también podría seguir los pasos de la americana y entrar en un periodo de contracción del crecimiento.
¿Cómo de probable es que llegue?
Según los principales bancos de inversión americanos como Goldman Sachs, la recesión europea parece inevitable. La alta inflación y la contracción del crecimiento apuntan a que la Eurozona podría seguir una pauta similar. Aunque, eso sí la caída, en principio no sería tan dura como la que ha confirmado EEUU.
Así las cosas, se espera que en el tercer trimestre Europa caiga un 0,1% y un 0,2% en el cuarto trimestre, lo que haría que la recesión técnica fuera una realidad este mismo año. Aunque, la caída sería más suave que la americana. Además, el propio Goldman Sachs considera que en 2023 podría regresar de nuevo el crecimiento al conjunto de la Zona Euro. Por lo que, a priori, la gravedad de la recesión no parece ser demasiado profunda.
Por otro lado, y según el último informe del banco americano, no se comportarán igual todas las economías. Así, Alemania e Italia serán las que sufran una recesión en el segundo semestre del año. Mientras que España y Francia seguirán creciendo en la segunda mitad de este 2022. En principio, esto se debería al hecho de una menor dependencia del gas ruso y los posibles cortes de suministro que tienen tanto España como Francia.
Los riesgos
Aunque es cierto que la recesión se confirmará, los riesgos de que se agrave en caída o en tiempo también tienen que ser considerados. Así, en caso de que la inflación no comience a bajar al ritmo que se espera – se cree que tocará techo este verano – el BCE tendrá que endurecer más la política monetaria, lo cual repercute en el crecimiento. Por otro lado, la guerra de Ucrania sigue siendo un gran riesgo, especialmente por esos cortes de suministro de gas que Rusia puede ejecutar de cara a este invierno. Además, la turbulenta situación política italiana y las cadenas de suministro son otros factores que pueden jugar en hacer más profunda esta caída del crecimiento.
Con todo ello, la recesión probablemente llegué en la segunda mitad de 2022, pero será más leve que en Estados Unidos. Además, España, en principio, se salvará de esta contracción y el próximo año el crecimiento volverá al Viejo Continente. Pese a todo ello, los riesgos que pueden amenazar con una recesión más profunda y duradera están presentes y no se les puede obviar.
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