Recientemente, se han publicado las previsiones actualizadas de Morgan Stanley para Europa para los próximos años.
Además de una revisión a la baja del crecimiento económico, uno de los aspectos que más llama la atención es la hipótesis de que los precios del gas podrían mantenerse altos al menos durante los próximos dos años.
El informe de Morgan Stanley
Sin embargo, el mismo informe de Morgan Stanley elaborado por Jens Eisenschmidt, economista jefe para Europa de la compañía, revela que el escenario no sería del todo sombrío.
La primera razón es que las revisiones a la baja a corto y medio plazo no son catastróficas. Además, el informe predice que la fase actual, definida solo como “débil”, irá seguida de una recuperación liderada por un renacimiento de la inversión pública y privada.
Lo más interesante, sin embargo, son precisamente las consecuencias que se prevén para el mantenimiento de los niveles elevados de los precios del gas durante mucho tiempo.
En primer lugar, el informe argumenta que una menor oferta de gas conlleva una reducción de la demanda y un racionamiento del consumo.
Si desde un punto de vista económico no se consideran en modo alguno consecuencias positivas, pueden serlo, por ejemplo, a nivel ambiental. El alto consumo de gas natural produce y emite ingentes cantidades de CO2 a la atmósfera, por lo que una reducción significativa podría ayudar a reducir estas emisiones.
Así, por un lado, están los problemas evidentes que genera esta situación, que podrían continuar durante los próximos años, mientras que, por otro lado, también hay algunas consecuencias positivas que hasta ahora parecen haber sido ignoradas.
El punto de vista de Mark Lacey
Tal escenario también lo confirma el Head of Global Resource Equities Mark Lacey, según el cual, el período de altos precios del gas podría durar entre 18 y 24 meses, y solo podría terminar en 2024 o 2025.
Pero Lacey también señala que a medio y largo plazo este escenario podría ayudar mucho al crecimiento del sector de las energías renovables. Estos pueden no ser una solución inmediata al problema, pero no son particularmente lentos de implementar.
Costes y oportunidades en Europa
A corto plazo, sin embargo, los únicos que sacan consecuencias realmente positivas son los productores de gas estadounidenses. No mucha gente lo sabe, pero Estados Unidos es el primer productor de gas natural del mundo, seguido de Rusia, solo que la mayor parte del gas que producen lo usan en casa. Las exportaciones de gas de EE.UU. son mínimas, mientras que Rusia es el mayor exportador mundial.
Con estos precios, sin embargo, es mejor vender gas a un precio más alto a Europa a varias empresas mineras estadounidenses, generando así enormes ganancias.
En Italia, por ejemplo, el 43% de la electricidad se produce con gas natural, mientras que algo más del 20% se produce con energías renovables. Con la persistencia de la crisis del precio del gas, esta tendencia podría revertirse, también dado que el desarrollo del sector de las energías renovables en Italia es aún muy limitado.
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