El precio del barril de Brent cotiza por debajo de los 100 dólares, frente a los pronósticos de algunos de los grandes bancos americanos que situaba su precio por encima de los 130 dólares. Sin embargo, en estos momentos la caída del precio del barril de Brent está siendo notable y ya ha vuelto, incluso, a los niveles previos a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Los motivos detrás de la caída
El primer motivo hay que encontrarlo en la OPEP, que ha elevado su producción tanto en la reunión de julio como en la reunión de agosto. El pasado mes, el cártel acordó elevar la producción 648.000 barriles por día (bpd) al mes en julio y agosto, en lugar de los 432.000 bpd acordados anteriormente. Ahora, en su reunión de agosto, el aumento ha sido de 100.000 bpd, aunque equivale a tan solo el 0,1% de la demanda mundial. Sin embargo, la intención de la organización, tal y como reveló uno de sus miembros antes de la reunión, es que el precio del Brent se sitúe entre los 60 y los 80 dólares.
El otro motivo se encuentra en una ralentización del crecimiento económico y a los confinamientos en China, que están frenando su actividad. En el primer caso, los organismos internacionales no han cesado de recortar sus previsiones del PIB para este año y para el que viene. Estados Unidos ya ha entrado en recesión técnica y se espera que la Eurozona lo haga a finales de este 2022. Además, uno de los indicadores de actividad más seguidos por el mercado, como el PMI, entró en territorio de contracción en el Viejo Continente al bajar de esos 50 puntos.
Por otro lado, como ya se ha mencionado, China está siguiendo la vía dura para combatir el COVID-19 y sigue confinando a la población en sus casas. Teniendo en cuenta que el gigante asiático es uno de los principales consumidores de crudo a nivel mundial, el parón de la actividad, aunque sea en ciudades puntuales, se hace notar en la demanda de petróleo y, por tanto, en su precio.
Pese a todo este contexto, no hay que olvidar las previsiones que lanzó a comienzos del verano Goldman Sachs, que estableció que el barril podría llegar hasta los 140 dólares debido a la alta inflación, la demanda existente y la propia situación de baja inversión en refinerías y extracciones de crudo que se estaba dando a nivel mundial.
Por el momento, parece pronto para ver cuál será la tendencia que siga el precio de barril de Brent en los próximos meses, ya que una desaceleración económica clara siempre hace que la demanda de crudo disminuya. Pero, no hay que olvidar los factores que han hecho que el petróleo se disparase en el primer semestre del año, ya que son situaciones que no han sido solucionadas. La baja inversión y la falta de refinerías en Europa siguen siendo factores en contra que elevan el precio, al menos, en el Viejo Continente.
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