A pesar de un informe de inflación sorprendentemente bajo y la tregua temporal del presidente Donald Trump en el comercio, los rendimientos del Tesoro de los EE.UU. ascendieron el jueves, lo que sugiere que los inversores en bonos siguen siendo escépticos con respecto a un posible cambio de rumbo de la Reserva Federal a corto plazo y se están preparando para una prolongada incertidumbre política.
La rentabilidad de los bonos del Tesoro a 30 años ha subido 8 puntos básicos hasta el 4,81 %, lo que supone regresar aproximadamente a la mitad del brusco descenso provocado por la inesperada pausa de 90 días en los aranceles de Trump el día anterior. Mientras tanto, la rentabilidad a 10 años ha subido 3 puntos básicos hasta el 4,35 %, lo que indica una persistente desconfianza por parte de los inversores a pesar de las señales macroeconómicas que mejoran.
Las acciones del iShares 20+ Year Treasury Bond ETF (NASDAQ:TLT) cayeron un 1,5 % en la apertura.
Aunque el descenso de la inflación suele abaratar la rentabilidad de los bonos al aumentar las esperanzas de recorte de tipos, los inversores en bonos claramente están conteniendo la respiración, esperando una señal más decisiva: el llamado “put” de la Reserva Federal.
La inflación se enfría drásticamente, pero la Fed se queda quieta
El índice de precios al consumo (IPC) cayó más de lo esperado en marzo de 2025, reviviendo la esperanza de que la Reserva Federal pudiera cambiar de rumbo hacia los recortes de tipos antes de lo previsto.
La inflación anual ha caído hasta el 2,4 %, el nivel más bajo desde septiembre de 2024, frente al 2,8 % de febrero y muy por debajo de la previsión de consenso del 2,6 %.
Aún más llamativo, la inflación mensual se ha contraído un 0,1 %, lo que supone la primera lectura negativa desde mayo de 2020. La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, se ha desacelerado hasta el 2,8 % interanual, su nivel más bajo desde marzo de 2021.
De todas formas, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dejado claro que no tiene prisa. En sus últimas declaraciones, Powell reiteró que la economía sigue estando en un “buen lugar” y enfatizó la necesidad de paciencia para ajustar la política monetaria.
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Los vigilantes del mercado de bonos han vuelto
Esta postura cautelosa ha dejado espacio para el regreso de lo que algunos economistas llaman los “vigilantes del bono”: inversionistas que hacen que la rentabilidad de los bonos suba para imponer disciplina de mercado cuando sienten que las autoridades monetarias o fiscales no están a la altura de las circunstancias.
“Los inversores en bonos son los vigilantes económicos del país… si las autoridades fiscales y monetarias no regulan la economía, los inversores en bonos lo harán”, dijo Ed Yardeni, recordando su famosa cita pronunciada por primera vez en 1983.
“La administración de Trump puede estar jugando con nitro líquido”, agregó Yardeni, advirtiendo de las consecuencias impredecibles si los mercados pierden la fe.
Según Yardeni, el “put” de la Reserva Federal, que es la creencia del mercado de que la Reserva Federal intervendrá en caso de turbulencia, podría reaparecer rápidamente si el estrés financiero se profundiza.
Al eco de esta opinión, el economista Nouriel Roubini enmarcó el clima actual como un enfrentamiento tenso.
“En este juego de gallinas a tres bandas entre Trump, Powell y Xi Jinping, Powell no se ha echado para atrás”, dijo Roubini.
“En vez de eso, la disciplina del mercado hizo que Trump retrocediera: no son solo las acciones, sino también que las rentabilidades de los bonos se hayan disparado, que los márgenes de crédito se hayan ampliado y que el temor al desplome desordenado del dólar hayan llevado a la pausa de los aranceles de 90 días”.
Roubini cree que, aunque la pausa alivia las tensiones, Trump se siente envalentonado y Xi no puede permitirse perder la compostura. Una verdadera desescalada solo puede llegar a través de la diplomacia por canales secundarios, no solo con señales económicas.
Incluso Trump admitió el miércoles: “Estaba observando el mercado de bonos. El mercado de bonos es muy complicado… Pero si lo miras ahora, es precioso”.
El jueves, anunció que llega un “gran, hermoso, proyecto de ley” de recortes de impuestos.
Pero los mercados de bonos no se lo creen, al menos, de momento.
A pesar de la retórica más suave de la Casa Blanca y de una clara tendencia a la desinflación, las rentabilidades se encuentran bajo presión alcista, lo que indica que los principales tenedores extranjeros podrían estar retirando sus bonos del Tesoro a largo plazo para repatriar fondos en medio de la incertidumbre global.
Para añadir complejidad, el índice del dólar de los EE.UU. cayó un 1,2 % el jueves, rumbo a su cierre más bajo desde principios de octubre de 2024. Desde la toma de posesión de Trump en enero, el dólar ha perdido casi un 8 %, lo que refleja la inquietud de los inversores tanto por el comercio como por la política fiscal.
Próximos oradores de la Fed
Más tarde, los mercados estarán atentos a las declaraciones de un grupo de funcionarios de la Reserva Federal, que incluye:
- Lorie Logan, presidenta de la Fed de Dallas, en una conferencia sobre comercio e inmigración en América del Norte.
- Jeffrey Schmid, presidente de la Fed de Kansas City, sobre política monetaria y la economía.
- Michelle Bowman, gobernadora de la Reserva Federal, en su testimonio ante el Comité Bancario del Senado para su nominación como vicepresidenta de supervisión.
- Austan Goolsbee, presidente de la Reserva Federal de Chicago, en una rueda de prensa con el Economic Club de Nueva York.
Foto: Shutterstock
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